Amparo Hurtado, profesora e investigadora en didáctica de las ciencias: “Las metodologías activas de aprendizaje, en las que el estudiantado adquiere un papel principal, han venido para quedarse”

Amparo Hurtado en una de las aulas de la Facultad de Magisterio de la Universitat de València. Imagen propia

Amparo Hurtado Soler (Valencia, 1965) es licenciada y doctora en Ciencias Biológicas por la Universitat de València. Actualmente, es profesora en el Departamento de Didáctica de las Ciencias Experimentales y Sociales de la Facultad de Magisterio de la misma universidad. Desde hace un año, compagina el desarrollo de sus clases e investigaciones en el ámbito de la didáctica y la formación de profesorado, con el cargo de vicedecana de Innovación, Cultura, Igualdad y Sostenibilidad. Desde su dilatada experiencia en el campo de la educación, Hurtado enfatiza la importancia de la innovación educativa, la irrupción de las nuevas metodologías de aprendizaje, así como la aplicación de la perspectiva de género y la interdisciplinariedad.

¿Cómo se produjo su salto de la biología a la didáctica?

En el momento en el que acabé mi doctorado era muy complicado obtener una plaza universitaria en el campo de las ciencias biológicas y, mientras trabajaba en enseñanzas medias, encontré la oferta de una plaza de didáctica de las ciencias experimentales. Esta me pareció muy interesante y quise probar e introducirme en ese campo. La verdad es que fue la mejor decisión que he tomado en mi carrera profesional.

¿Cuál es la diferencia entre una disciplina como la biología y su didáctica?

Aquí entra en juego la diferencia entre saber ciencias y saber explicar ciencias. En el primer caso, interiorizas una serie de conocimientos a través de estudiar la disciplina y los aplicas profesionalmente. En el segundo, adquieres una serie de herramientas para transmitir esos conocimientos en el aula de la forma más eficaz posible y formar al estudiantado para que tenga unas competencias científicas básicas. 

El renovado equipo decanal de la Facultad de Magisterio, del que usted forma parte, cumple 1 año. De las acciones que están realizando, ¿cuáles destacaría?

En primer lugar, estamos potenciando los aspectos transversales como la igualdad, la sostenibilidad o la innovación. En segundo lugar, nos encontramos rediseñando el sistema de prácticas con el objetivo de visibilizar todas las posibles salidas laborales que tiene el estudiantado. Por último, estamos trabajando en hacer más visible esta facultad y fomentar la participación.

Dentro de las competencias de su vicedecanato se encuentran las de Igualdad. Se ha mediatizado la idea de aplicar la perspectiva de género a las asignaturas de ciencias con la nueva ley educativa, ¿cree que es necesario aplicar este enfoque?

La perspectiva de género tiene que estar incorporada en todas las asignaturas. Particularmente, en el ámbito STEM es muy importante ya que encontramos una escasa visibilización de mujeres científicas, lo que puede ocasionar que exista una actitud de rechazo por parte del estudiantado femenino. Hemos de animar a las niñas y a las jóvenes, particularmente, a que inicien carreras científicas.

«La perspectiva de género tiene que estar incorporada en todas las asignaturas»

Gran parte de su trabajo gira en torno a la innovación educativa, ¿qué es y qué no es innovación? 

Al pensar en innovación educativa, pensamos en hacer algo diferente. Realmente, para que lo sea tiene que conllevar un proceso reflexivo, con un objetivo, una planificación y una evaluación que muestre si la acción ha tenido efecto y ha mejorado el aprendizaje. Además, ha de permanecer en el tiempo. Por ejemplo, no sería innovación si traemos un especialista para realizar una charla un día puntual, que está fuera de contexto con el temario, que  luego esos contenidos no se siguen trabajando dentro de una planificación y sin la posibilidad de que el estudiantado la evalúe en el conjunto de las sesiones.

¿Diría que la clase magistral está dando paso a nuevas metodologías de aprendizaje? 

Cuando pensamos en una clase magistral, imaginamos sesiones donde el profesorado transmite un contenido y el alumnado lo recibe pasivamente. Esto está dando paso a una nueva forma de trabajar, donde el docente incorpora una breve explicación para introducir el tema y, posteriormente, se produce una interacción profesorado-estudiantado, donde este último, ha de asumir su papel principal para desarrollar esos contenidos. Es complejo, ya que el profesorado ha de preparar numerosos materiales, el alumnado ha de dedicar mucho más tiempo a trabajar en equipo o a buscar información y, a veces, no disponemos de los recursos necesarios, por ejemplo, a nivel tecnológico. A pesar de esto, ambos salen beneficiados ya que el estudiantado es partícipe de su propio proceso de aprendizaje y el profesorado recibe información de su propia praxis docente. Las metodologías activas de aprendizaje han venido para quedarse.

Mapa interactivo y explicativo de las principales metodologías activas de aprendizaje. Elaboración propia mediante Genially

¿Estas metodologías funcionan en cualquier contexto?

Cualquier metodología depende de la materia que se imparta, del estudiantado receptor, del momento o de la forma en la que se va a utilizar. No hay metodologías que podamos decir, de forma categórica, que funcionen mejor que otras. Es necesario seguir investigando en el ámbito de la didáctica para saber cuándo implementarlas o cuál es su eficacia dependiendo del estudiantado.

«No hay metodologías que podamos decir, de forma categórica, que funcionen mejor que otras»

Recuperando el problema que ha planteado con las tecnologías, ¿qué temáticas son las que se están abordando actualmente en el campo de la didáctica?

Las principales líneas de investigación se están centrando en las formas de interacción online con el estudiantado y la incorporación de estrategias didácticas basadas en la realidad aumentada, la realidad virtual o el uso de aplicaciones móviles. También hay que tener en cuenta que es necesaria la adquisición de competencias digitales docentes con el objetivo de que se impartan las clases con solvencia utilizando las nuevas tecnologías o la ciberseguridad y el uso responsable de estas herramientas.

En sus últimos trabajos, basados en el paisaje sonoro y el huerto escolar como recursos didácticos, se puede observar que hay una combinación de contenido de ciencias y de formación musical, ¿cree que la interdisciplinariedad es importante?

La interdisciplinariedad es la base de todo. En las situaciones reales a las que tenemos que dar respuesta, para las cuales recibimos una formación, el contenido no está compartimentalizado como en las asignaturas que estudiamos. Las herramientas de un campo pueden ser útiles si las aplicamos a otro diferente. En el caso del paisaje sonoro, la música nos da la herramienta de la escucha, que aplicada al campo de las ciencias, nos permite conocer el ecosistema sin necesidad de realizar mediciones visuales o numéricas. Así, percibir el entorno de manera holística es mucho más enriquecedor y nos va a dar mucha más información. Además, recursos como el huerto escolar nos permiten trabajar, en un ambiente sencillo y cercano, múltiples contenidos como la vegetación, el ciclo del agua, los ecosistemas, las relaciones sociales que se han dado en esos espacios, la relevancia histórica de la agricultura, la alimentación o las manifestaciones artísticas.

«En las situaciones reales a las que tenemos que dar respuesta, […] el contenido no está compartimentalizado como en las asignaturas»

Amparo Hurtado impartiendo una sesión teórico-práctica en un huerto a estudiantado del Grado en Maestro/a de Educación Primaria de la Universitat de València. Imagen propia

¿Qué carencias presenta la formación del profesorado actual? 

Es necesario aplicar la visión interdisciplinar a la educación en general, las nuevas metodologías de aprendizaje al aula e intentar avanzar hacia un modelo de evaluación menos memorístico. Parece que todo el resultado del aprendizaje es una nota final definida por un examen y con una competitividad basada en pruebas objetivas que no contemplan todas las habilidades o competencias que las personas han adquirido a lo largo de su proceso formativo.

«Es necesario intentar avanzar hacia un modelo de evaluación menos memorístico»

¿Qué le diría a una persona que quiere ser docente?

En el trabajo de docente, la vocación es muy importante ya que tienes la responsabilidad de formar personas e implica un reciclaje continuo para ofrecer lo mejor a tu estudiantado en todo momento. Por otro lado, es una profesión muy bonita y abierta en la que continuamente has de estar en sintonía con la sociedad. Además, como todas las personas, hemos de tener la oportunidad de formarnos en lo que queramos, el profesorado ha de poner todas las herramientas posibles para que eso ocurra. Es muy importante que animemos y apoyemos al estudiantado en la búsqueda de su profesión y en la construcción de su futuro.