Marta I. Sánchez, investigadora en Ecología: “El arte es fundamental para llegar a la población que no se siente atraída por la ciencia»

La bióloga del CSIC ha creado junto a la compositora y directora artística Pilar Ordóñez una serie de espectáculos de música y danza para divulgar ciencia.

Marta I. Sánchez y Pilar Ordóñez, creadoras de los espectáculos Artemia y Odiel y Plastisfera. Foto: Sandra Ragel

Marta I. Sánchez es científica titular del CSIC y experta en ecología de aves. Pilar Ordóñez es música, directora artística y doctora en Artes y Humanidades. Podría parecer que dos mundos tan diferentes estarían condenados a no entenderse, pero ellas han conseguido crear espectáculos en los que dialogan con soltura. En 2023, pusieron en marcha Artemia y Odiel, un espectáculo que narraba la extinción de una especie de crustáceo en el río onubense. Recientemente, han estrenado Plastisfera para concienciar sobre la contaminación por plástico y dar a conocer el papel de las aves en esta problemática. En sus espectáculos, los resultados de las investigaciones se transforman en música, danza y poesía, creando toda una experiencia de sensaciones que aporta una perspectiva innovadora a la divulgación de la ciencia.

Cuando hablamos de divulgación científica, solemos pensar en las actividades más tradicionales como talleres, charlas, exposiciones… Pero no en danza y en música, ¿cómo surge la idea de crear estos espectáculos?

Marta Sánchez: Fue durante un paseo por las salinas del río Odiel. Le estaba contando a Pilar lo que nos había pasado recientemente con la extinción de una especie de artemia con la que estuve trabajando durante mi tesis doctoral. Debido a una invasión biológica, la especie nativa desapareció. Fue un hecho que me impactó muchísimo. Este suceso ejemplifica bien cómo las extinciones son procesos que están ocurriendo muy cerca cada día. A Pilar le resultó muy inspirador y empezó a fraguarse la idea de trasladar esa problemática científica a un espectáculo de música y danza.

Pilar Ordóñez: Cuando Marta me empezó a contar la historia de esta extinción, realmente me quedé con la boca abierta. Fue muy vehemente. Empecé a imaginarme la artemia como un personaje que desaparecía del hábitat y vi también a los otros personajes que lo rodeaban. Me dije: “Tengo que sacar esto adelante”. Se lo conté a Marta y me dijo: “Sí sí, ya hablaremos”. Como siempre, de primeras no se hizo nada, pero al cabo del tiempo me dijo que podíamos intentarlo.

¿No le parecía una buena idea al principio?

M.S.: A mí me pareció una idea un poco loca. Pilar estuvo mucho tiempo pidiéndome información, vídeos, fotos… Yo casi no creía la historia al principio. Entiendo que en una obra de teatro, donde se puede contar una historia, es mucho más fácil transmitir un mensaje científico que en una obra de danza. Por eso me parecía una idea difícil.

P.O.: Pero no sólo a ella. Todo el mundo pensó lo mismo al principio.

¿Cómo consiguió convencerla?

M.S: Pilar me empezó a pasar las primeras escenas y entonces vi que aquello era realmente posible. La música, la coreografía, los textos de Beatriz Jiménez de Ory… Era impactante cómo esta mujer era capaz de transformar todo esto en pura poesía. Junto con la música y la escena era fantástico. Cuando Pilar me fue mostrando todo, me dije: “Esto puede funcionar”. A partir de ahí, me monté en el barco.

¿Cree que el arte es un recurso que funciona bien en la divulgación?

M.S.: Creo que es fundamental en esta crisis que tenemos a todos los niveles: climática, ecológica, científica… Ahora mismo tenemos la emergencia del negacionismo climático, del terraplanismo, de las fake news… Es un momento muy importante para que la comunidad científica haga un esfuerzo por intentar llevar la ciencia a la sociedad y contribuir a la cultura científica. Y para mí uno de los medios más importantes es el uso del arte. Todo el mundo se siente atraído por las manifestaciones artísticas. El lenguaje científico es arduo y muy rígido. El arte es todo flexibilidad. Es un tipo de lenguaje fundamental para llegar a sectores de la población que no se sienten atraídos de primeras por la ciencia.

Y, siendo lenguajes tan diferentes, ¿cómo se consigue unir la ciencia y el arte? ¿Ha sido complicado trasladar los conceptos científicos a la música y la danza?

M.S.: Eso ha sido una de las cosas más difíciles. El diálogo que hemos mantenido durante todo el proceso ha sido muy interesante y enriquecedor para las dos partes. Para mí también, porque aprendía de qué manera Pilar estaba trasladando toda esa información a su disciplina. Ella ha hecho un gran trabajo comprendiendo toda la problemática que yo, dentro de lo que he podido, he intentado transmitirle. Pilar me preguntaba continuamente y, además, también hacía su propia investigación. Para mí, era importante hacerlo con rigor científico.

P.O.: Sí, el diálogo fue fundamental. Ella conocía cosas que yo no conocía y yo conocía cosas que ella no. Yo le mostraba las escenas que tenía en mente, qué significaba cada música, cada efecto… De esta forma quería que ella viera lo que yo también estaba viendo. Es cierto que mi lenguaje y el suyo chocaban al principio. Me costaba entender algunas cosas con esa forma de hablar que suelen tener los científicos, con tantas palabras técnicas. Hasta que de repente se me encendía la luz y ya lo veía.

¿Cómo se traslada luego todo ese conocimiento al resto del equipo artístico?

P.O: La verdad es que los coreógrafos y los bailarines de los que me he rodeado me entendieron perfectamente. Asumieron absolutamente los personajes y la problemática. En Plastisfera, para diferenciar un pájaro de otro o identificar el personaje del plástico, decidí seleccionar disciplinas distintas dentro de la danza. El plástico era todo lo moderno. La garcilla bueyera era danza neoclásica, las gaviotas patiamarillas eran las contemporáneas y la cigüeña blanca, la española.

M.S. De hecho, una de las cosas que más llama la atención a la gente es que de verdad ven a los personajes. Ven al plástico. Ven a la garcilla bueyera. Cada uno de los bailarines se mete en su papel y están convencidos de lo que son. Además, también están impregnados de la sensibilización por la problemática. Las bailarinas incluso lloraban cuando estaban en el escenario.

Carteles de Artemia y Odiel y de Plastisfera. // ArtScience Danza.

¿Cuáles son los pasos a seguir para crear un espectáculo de divulgación desde el punto de vista artístico?

P.O.: Lo primero es la música. Es la que va a meterse dentro a través de los sentimientos. La música no solamente son los sonidos, sino las imágenes que te inspira. Me meto en mi mundo y yo sola voy creando. Puedo dedicarle muchos meses a la creación de la música, mientras también voy investigando sobre la problemática. Cuando ya tengo la música y el guion, hablo con el coreógrafo para mostrarle lo que va a ocurrir en cada escena. Después, también seleccionamos las imágenes que se van a proyectar y añadimos los textos. En la poesía, las palabras también son música. Todo eso lo juntamos en el espectáculo.

En un taller o una charla, los conocimientos científicos son más fáciles de transmitir, pero haciendo uso de la danza o la música puede parecer de primeras más complicado. ¿Hasta qué punto se captura el mensaje a través de este tipo de iniciativas?

MS: Es cierto que nos llegaban comentarios positivos, pero siempre teníamos la duda de si el mensaje verdaderamente llegaba o no. Justo este año en la primera sesión del espectáculo, que estaba dirigida a un público de 12 a 18 años, organizamos un coloquio. Nosotros explicamos la problemática del plástico y el equipo artístico estuvo comentando cómo había sido el proceso creativo y cómo habían vivido la experiencia. Luego el debate se centró en los chavales. Y fue increíble. Muy emotivo. El conocer cómo les llegó, cómo comprendieron la problemática…Tienen una edad en la que no es fácil que se concentren en un espectáculo de danza como este. Pero allí había un silencio sepulcral. Yo no me lo podía creer. Luego escuchando los testimonios nos dimos cuenta de que efectivamente se puede plantar ese granito de arena en los jóvenes, que yo creo que es uno de los públicos fundamentales. Al fin y al cabo, son las nuevas generaciones. Hubo chavales que incluso lloraron al emocionarse.

Conocer esta reacción ha debido de ser muy motivador. ¿Ha sido un impulso para hacer proyectos futuros?

PO: De hecho, hemos montado una compañía, ArtScience Danza, con el objetivo de     divulgar la ciencia en colaboración con el CSIC. Hoy precisamente nos hemos juntado para hablar del próximo proyecto.

MS: Efectivamente. La idea es poder seguir trabajando en esta dirección. Hemos tocado la problemática de la pérdida de biodiversidad, la contaminación por plástico y ahora queremos seguir con el problema de la resistencia a los antibióticos. Es necesario que seamos conscientes de la manera en la que los estamos utilizando. Es la próxima gran pandemia. Estamos hablando de uno de los problemas de salud pública más importantes ahora a nivel mundial. Tenemos un proyecto sobre el papel de las aves en la resistencia de antibióticos que termina próximamente y como parte del programa de divulgación queremos hacer otro espectáculo en este sentido.

¿Cree que las instituciones están invirtiendo lo suficiente en este tipo de iniciativas divulgativas?

MS: Es evidente que tenemos muchos más recursos y acciones relacionadas con la divulgación que hace 20 años. Por ejemplo, recientemente se ha formado un grupo de trabajo de Ciencia y Arte en el CSIC en el que también estoy integrada. Es un reflejo de que efectivamente la divulgación se está teniendo mucho más en cuenta, aunque es verdad también que las opciones para financiar estas acciones siguen siendo limitadas a día de hoy. Cuando pensamos en estrategias más multidisciplinares, hacen falta recursos. Por otro lado, también necesitamos que se nos reconozca a nivel de las instituciones. El tiempo que dedicamos a la divulgación no está realmente reconocido y es tiempo que le estamos quitando a la investigación. En definitiva, vamos mejorando, pero todavía hay mucho camino por recorrer

Entrevista a Jose Luis Todolí Torro, director de Secretariado de Transferencia de Conocimiento de la Universidad de Alicante. 

JOSÉ LUIS TODOLÍ TORRO: “Hacer transferencia consiste en trasladar soluciones a la sociedad de forma que la inversión realizada revierta en beneficio de todos” 

Entrevista a Jose Luis Todolí Torro, director de Secretariado de Transferencia de Conocimiento de la Universidad de Alicante.
José Luis Todolí Torro, director del Secretariado de Transferencia de conocimiento de la Universidad de Alicante

El secretariado de transferencia de conocimiento de la Universidad de Alicante –UA- promueve hasta 700 proyectos entre entidades públicas y privadas, vinculados a la UA, que repercuten en una mejora del tejido socioeconómico de la provincia de Alicante, en temas tan diversos y actuales como la Inteligencia artificial, la salud, o el medio ambiente. 

José Luis Todolí Torro es licenciado en Química y catedrático de la UA en el Departamento de Química Analítica, Nutrición y Bromatología de la Facultad de Ciencias desde el año 2002. Es coautor de 130 artículos, noventa por ciento de los cuales se han publicado en revistas internacionales; ha obtenido 3 patentes internacionales y en 2023 recibió el premio de la transferencia de Tecnología por parte del Grupo de Ciencias y Tecnología Bioanalíticas (GCTbA) de la Real Sociedad española de química (RSEQ). Actualmente, aparte de sus funciones docentes e investigadoras, es director del Secretariado de Transferencia de Conocimiento de la UA.   

En relación con su cargo ¿Podría explicar en qué consiste el secretariado de transferencia de conocimiento de la UA? 

Básicamente consiste en valorizar todos los hallazgos y el conocimiento nuevo que se genera en el entorno de un grupo de investigación. La investigación básica se efectúa mayoritariamente con fondos públicos, para encontrar soluciones a problemas aún no resueltos. ¿Qué sucede? Que, una vez encontradas esas soluciones, es justo que la sociedad que ha cubierto los gastos de estos desarrollos sea beneficiaria de los mismos. Entonces mediante la oficina de transferencia de conocimiento trasladamos esas soluciones a la sociedad, de tal forma que la inversión realizada, finalmente revierte en beneficio de todos.

¿Cuáles son los ejes de actuación y qué actores sociales están implicados? 

La transferencia de conocimiento va dirigida tanto al sector privado como al público. En el sector privado tenemos empresas, asociaciones empresariales, clusters, fundaciones, federaciones, etc. Y en el sector público, hospitales, ayuntamientos, mancomunidades, diputaciones, asociaciones de ciudadanos, que requieren de los servicios de algún grupo de investigación de nuestra universidad con objeto de conseguir esos beneficios tecnológicos; competitivos en el caso de las empresas, o sociales, medioambientales en el caso de las instituciones públicas.  

En el programa institucional Innova UA, se potencia la transferencia de tecnología hacia el mundo empresarial. ¿Podría citarnos algún ejemplo de este tipo de transferencia tecnológica que repercuta también en beneficios sociales? 

Estamos ahora trabajando en un proyecto basado en la sensorización de camillas para ambulancias. Son camillas autónomas, o sea, que no van a jugar un papel pasivo, sino que será activo y cuidarán de la persona a la que estén llevando. Ese podría ser un ejemplo. Otro ejemplo relacionado con las ciencias de la salud es la impresión 3D de estructuras de interés para el ámbito médico. Por ejemplo, la impresión de un sistema circulatorio, de tal forma que el médico tiene un esquema de lo que sería ese aparato. Tenemos también aplicaciones informáticas que permiten verificar el estado de salud general de la persona. En otro sentido, todo lo que tenga que ver con medio ambiente, con movilidad sostenible, ciudades inteligentes, economía circular, etcétera.  

Actualmente muchos pueblos de la provincia de Alicante están explorando la manera de hacer más eficiente el reciclaje de residuos. En relación con esa tecnología aplicada al medio ambiente a la que usted se ha referido. ¿qué transferencia de conocimiento es la que repercute en una mejora del medio ambiente?  

En ese sentido, creo que lo primero es cambiar la visión que se tiene sobre los residuos. Donde la sociedad ve residuos, nosotros vemos materia prima, de tal manera que la sociedad debe comprender que toda la materia que se envía al vertedero es materia que puede tener un valor. En nuestra Universidad tenemos grupos de investigación que trabajan en ese ámbito, por ejemplo, en la valorización de residuos alimentarios, de residuos plásticos, de residuos metálicos, etc. En el parque científico de Alicante tenemos cuatro empresas que trabajan en el ámbito de la economía circular, que es un concepto económico y ambiental que se basa en la idea de reducir, reutilizar, reciclar y regenerar los recursos y materiales utilizados en la producción y el consumo. Por ejemplo, una de ellas recicla materiales multicapa, es decir, los materiales del Tetra Brik. Toma los plásticos, el cartón, el aluminio, y separa esas capas; toma la parte plástica y la reutiliza. Hay otra empresa que fabrica plástico a partir de almidón y otra que recicla siliconas.  

Donde la sociedad ve residuos, nosotros vemos materia prima, de tal manera que la sociedad debe comprender que toda la materia que se envía al vertedero es materia que puede tener un valor.

En septiembre de 2018 nace UA divulga, que es la unidad de Cultura Científica e innovación, cuyas funciones son hacer comprensibles el valor del trabajo científico a la sociedad, potenciar la cultura científica y su interés por parte de la ciudadanía. ¿Cómo se lleva a cabo este proceso?

Se trata de acercar la ciencia a la sociedad ¿Cómo se materializa? Pues en primer lugar acercando el campus de nuestra universidad al público en general. Por ejemplo, mostrando actividades relacionadas con la ciencia preparadas para un público no experto, como se hace en la “Nit europea de la ciencia”. La última edición contó con más de 5000 asistentes. Esa es una de las vías. Otra actuación es “La UA va al cole” en la que profesores de la universidad se desplazan a los centros de educación primaria y secundaria para promover ese interés por la ciencia. Hay otras actuaciones relacionadas con ponencias de investigadores, etcétera. 

Usted tiene una dilatada experiencia como investigador. ¿Le ha sido útil para el desempeño de sus funciones en el cargo? 

Sí, sí me ha servido. Yo conozco bien la vida del personal que investiga, los problemas que tiene, porque yo mismo los he sufrido en mis propias carnes, las barreras y las dificultades a las que se enfrentan para dar a conocer un hallazgo determinado. Por otra parte, hay que tener en cuenta que en mi carrera he colaborado mucho con empresas. En mis más de 20 años de experiencia, he establecido contratos de investigación básica, financiados con fondos públicos y privados, por tanto, conozco bien tanto el ámbito público como el privado.  

¿Cuál es el trabajo que más satisfacción personal le ha producido estando en su cargo? 

Voy a tratar de ser breve, porque podría enumerar muchas satisfacciones. Bajo nuestra aportación, hemos conseguido firmar más de 700 contratos entre la universidad y las empresas e instituciones públicas. Dentro de la Oficina de Transferencia de Resultados e Investigación -OTRI- hemos innovado en la protección de resultados, las patentes, modelos de utilidad, y sido pioneros en los secretos industriales. Hemos logrado más que duplicar el número de empresas de nuestro parque científico y dinamizado la cooperación entre grupos de investigación de la Universidad de Alicante y las empresas vinculadas a dicho parque científico. Por último, en el itinerario de formación de UA emprende, hemos creado o contribuido a crear programas de formación en emprendimiento avanzado materializados en más de 50 proyectos, que han dado lugar a empresas que hoy día están funcionando bien, creadas a partir de estudiantes emprendedores.

Por contra, ¿Cuáles han sido las mayores dificultades que se ha encontrado en el desempeño de su cargo? 

Sí, sin duda alguna, la dificultad estrella es la burocracia. Es muy difícil ajustar los tiempos de respuesta de la universidad a los tiempos de respuesta de las empresas. Claro, nosotros somos una entidad pública sin ánimo de lucro y estamos sujetos a los procedimientos administrativos que deben seguir los cauces legales, procedimientos que el ámbito empresarial no son necesarios. En ese sentido, los tiempos de respuesta son más lentos en la administración, si bien hemos hecho progresos y por ejemplo se han simplificado algunos de los procedimientos de contratación gracias a la plataforma digital de la universidad.

La Ciencia Ciudadana es la participación activa del público en proyectos científicos, contribuyendo con datos, observaciones y análisis para la investigación, o simplemente teniendo conocimiento de lo que se investiga. ¿Qué opina usted de este movimiento?

Es necesario porque la sociedad tiene que saber lo que se investiga e implicarse. Se debe despertar el interés por la ciencia. Es un proceso colectivo. Por ejemplo, si un investigador está muy centrado en su investigación, quizá debe haber alguien más desde la Universidad o desde el entorno de su grupo de investigación que se encargue de dar a conocer esos conocimientos y los divulgue. Los medios de comunicación son muy importantes para ayudar a difundir el conocimiento. Nosotros tuvimos la suerte de ser entrevistados en el programa de «Órbita Laika» de la 2, que sería el buque insignia de la divulgación en España, con una audiencia para ese día de 1,5 millones de espectadores. ¿es mucha audiencia o es poca? deberíamos pensar que es mucha audiencia, pero en realidad es poca, si queremos llegar al máximo público.

Entrevista con el profesor y divulgador científico Enrique Carrasco:

“Cualquier persona puede hacer divulgación, no tienes que ser científico para dedicarte a esta área” 

En el mundo de la ciencia, la divulgación suele asociarse a la comunicación de resultados complejos a un público no especializado, utilizando un lenguaje sencillo y atractivo. Sin embargo, existe una faceta menos conocida de la divulgación que va más allá de la mera transmisión de información. Se trata de la capacidad de generar curiosidad, despertar vocaciones científicas y fomentar el pensamiento crítico en la sociedad.

Con el objetivo de ahondar en la visión de la divulgación científica, se ha entrevistado al Profesor Enrique Carrasco de la Universidad de Valencia. El Profesor Carrasco, además de ser un reputado investigador en el ámbito de la Química Analítica, se distingue por su ferviente labor como divulgador científico. A lo largo de su trayectoria, ha dedicado un gran esfuerzo a acercar la ciencia al público de una manera creativa y original.

En esta entrevista, el Profesor Carrasco compartirá sus ideas sobre la divulgación científica. Se discutirá la importancia de fomentar la curiosidad en los niños y jóvenes, el rol de las nuevas tecnologías en la comunicación científica y los desafíos que enfrenta la comunidad científica para transmitir sus investigaciones al público de manera efectiva.

¿Qué le motivó a dedicarse a hacer divulgación científica?

A lo largo de mi carrera, he combinado mi pasión por la ciencia con la divulgación, acercando la ciencia al público de forma creativa y original.

Mi interés por la ciencia nació desde muy temprana edad. Me fascinaba observar el mundo natural y comprender cómo funcionaban las cosas. En la escuela, encontré en la ciencia una fuente inagotable de conocimiento y una herramienta poderosa para explicar el universo que nos rodea.

Convertirme en profesor fue una decisión natural. Disfruto compartiendo mi conocimiento con los demás y viendo cómo se encienden sus mentes con la chispa de la curiosidad. La enseñanza me permite despertar el interés por la ciencia en las nuevas generaciones y prepararlas para afrontar los desafíos del futuro.

Mi pasión por la divulgación científica, en cambio, surgió de la necesidad de conectar la ciencia con la sociedad. Me preocupaba que la ciencia se percibiera como algo distante y elitista, y quería democratizar el conocimiento científico y hacerlo accesible a todos.

Creo que la ciencia tiene el poder de transformar el mundo. Nos permite comprender mejor la realidad, resolver problemas y mejorar la calidad de vida de las personas. A través de la divulgación, quiero acercar la ciencia al público y mostrarle su potencial para construir un futuro mejor. En definitiva, mi trabajo como profesor y divulgador se basa en mi pasión por la ciencia y mi compromiso con la sociedad.

Usted tiene un proyecto de divulgación científica llamado Divulga NextGen. ¿Cómo surgió la idea de crear este proyecto y qué objetivos buscaban alcanzar?

La idea de Divulga NextGen surge en el contexto del COVID. Las redes sociales explotaron y ahí vimos una oportunidad. Estaba hablando con una colega, en este caso Beatriz Fresco Cala, de la Universidad de Córdoba, con quien tengo una relación bastante estrecha. Y estábamos hablando de que teníamos que hacer algo.  Había un vacío en la divulgación, pero no en la divulgación que hacen los más conocidos como Lady Science o Físico Barbudo, Quantum Fracture o Javier Santaolalla. No, no ese tipo de divulgación, porque esa divulgación es general, sino de lo que estamos haciendo los científicos en este momento. Es decir, ¿Qué hacemos los científicos? Nadie lo sabe.

Si bien es cierto que en la televisión a veces salen algunas notícias sobre investigaciones llamativas, nadie explica qué hacemos el resto. Somos muchos investigadores y a veces tratamos áreas que, tal vez en un primer momento pueden no parecer importantes, pero te aseguro que pueden causar un impacto significativo. 

Entonces creíamos que había que hacer eso, había que lanzar alguna plataforma que sirviese para que todos los investigadores pudiesen compartir su investigación. Entonces, hablando con Beatriz, nos dimos cuenta de que debíamos montar un congreso de divulgación multidisciplinar online. Era perfecto porque al ser precisamente online, nosotros solo íbamos a aportar nuestro tiempo y trabajo a hacer eso. No necesitábamos de ninguna ayuda económica porque siempre es difícil conseguirla.

¿Cuál fue el siguiente paso?

Buscar a otra gente que conocíamos de congresos y demás, que pensábamos que tenían un pensamiento parecido al nuestro. Y ahí sí que encontramos a bastante gente. En este caso, a otro profesor de la Universidad de Córdoba, Rafael Estévez, a una doctoranda de la Universidad de Madrid, Gloria Domínguez, a una profesora también de la Universidad de Granada, Lucía Olmo, y a una investigadora que está en Holanda, Elena Sánchez

Entonces nos empezamos a reunir y, debo decir que partíamos de cero. Este proyecto ha requerido de un esfuerzo inicial tremendo, realizando reuniones los fines de semana online, porque junto a la gran dificultad que ya conllevan este tipo de iniciativas, hay que sumar que cada uno estábamos en una parte de España o de Europa. Algunos no estábamos ni siquiera en nuestras casas, estábamos de estancia por otros lados. Los domingos nos reuníamos y unos estuvimos diseñando la página web, otros haciendo todo el tema de textos y demás, etc. De este modo, empezamos a cuadrar un poco la idea de qué era lo que buscábamos y claro, estuvimos todo el mes de octubre y noviembre planificando todo el proyecto, para terminar lanzándolo a finales de mayo. Es decir, fue un trabajo en el que estuvimos muchos meses cerrando la idea en esa primera edición. La segunda edición ya fue un poco más fácil, porque también incorporamos nueva gente que nos empieza a ayudar más, pudiendo repartir más el trabajo. 

Este proyecto surge por tanto de las ganas que teníamos de abrir una ventana que pudiesen usar los investigadores para difundir su investigación a todo el mundo. La curiosidad, las ganas, las ganas de aprender y de enseñar, eso es lo que nos lleva a que surja Divulga NextGen.

«El proyecto Divulga NextGen  surge de las ganas que teníamos de dar una ventana que pudiesen usar los investigadores para difundir su investigación a todo el mundo»

¿Cuáles son los pilares en los que se basa el proyecto Divulga NextGen? ¿Qué elementos lo hacen único y distintivo?

El primero, sin duda, es el pilar del esfuerzo y la pasión. Detrás de Divulga NextGen no hay una empresa o una institución, sino un grupo de investigadores como nosotros, con nuestras investigaciones, docencias y estancias fuera de casa, que decidimos dedicar nuestro tiempo libre a algo que nos apasiona: la divulgación científica. Horas y horas de trabajo después de nuestras jornadas laborales, cenas a las nueve y madrugadas frente al ordenador, todo por un único objetivo: acercar la ciencia al público. Porque creemos que la ciencia no es un conocimiento para unos pocos, sino un tesoro que todos debemos disfrutar.

El segundo pilar, que se entrelaza con el primero, es el compromiso con la comunidad científica. Somos conscientes de que la divulgación es una labor fundamental para el avance del conocimiento, y por eso creamos un sistema de certificados oficiales que reconoce y premia la participación de los investigadores en Divulga NextGen. Estos certificados no solo son un reconocimiento a su esfuerzo, sino que también pueden ser valorados en el ámbito académico y profesional, dándole un impulso a su carrera.

Abrir la divulgación a la investigación actual es otro pilar fundamental que nos diferencia. No queremos hablar de lo que se estudiaba hace años, sino de lo que se está investigando ahora mismo, de los avances que se están haciendo en este momento. Creemos que la ciencia es dinámica y que la sociedad debe estar al día de los últimos descubrimientos, de las líneas de investigación más prometedoras. Es una forma de acercar la ciencia a la gente, de despertar su interés y de hacerles ver que la ciencia está presente en su día a día.

La gratuidad y la accesibilidad son dos pilares que completan nuestra filosofía. Divulga NextGen es un proyecto abierto a todos, sin restricciones ni barreras económicas. Queremos que la ciencia sea un patrimonio de la humanidad, que su divulgación sea universal y que llegue a todos los rincones del mundo. Porque la ciencia no es solo para los científicos, es para todos.

Y por último, el formato innovador es lo que nos hace únicos. No nos conformamos con los métodos tradicionales de divulgación, sino que buscamos nuevas formas de acercar la ciencia al público. Vídeos cortos, presentaciones interactivas, infografías… Utilizamos todas las herramientas que están a nuestro alcance para hacer de la divulgación científica una experiencia atractiva y enriquecedora.

“La ciencia es un tesoro que todos debemos disfrutar”

Usted anteriormente ha mencionado que aprovecharon un contexto en que las redes sociales explotaron. ¿Sería posible que explicara este aspecto un poco más? Es decir,  ¿qué papel juegan las redes sociales en el proyecto Divulga NextGen? ¿Cómo se utiliza esta plataforma para conectar con el público?

Divulga NextGen no sería lo que es hoy sin dos elementos fundamentales: el COVID y las redes sociales. Las redes sociales nos han brindado la herramienta perfecta para llegar a un gran número de personas y divulgar lo que hacemos, divulgar la ciencia, divulgar cualquier cosa, siempre con conocimiento y datos reales y verídicos.

En el primer congreso, utilizamos principalmente TikTok y YouTube para los vídeos. TikTok fue ideal para los microvídeos de un minuto, mientras que YouTube nos permitió compartir vídeos más extensos. Instagram también fue crucial para difundir los resultados, y Twitter, ahora conocido como X, también jugó un papel importante en la promoción del congreso antes y durante los días del evento.

En esta segunda edición, hemos ampliado aún más nuestra presencia en las redes sociales, incorporando directos durante las tardes, al final del día, en Twitch. Las redes sociales son la base de Divulga NextGen, ya que nos permiten llegar a una audiencia mucho más amplia que la que podríamos alcanzar a través de canales tradicionales.

La gente de hoy en día tiene una vida muy ajetreada y no siempre tiene tiempo para asistir a conferencias de divulgación científica de dos horas. Lo que necesitan es información rápida, veraz y fácil de entender en poco tiempo. Ahí es donde Divulga NextGen y las redes sociales juegan un papel fundamental.

Ofrecemos un espacio donde los investigadores pueden publicar vídeos cortos y compartir sus investigaciones de manera accesible y atractiva para el público en general. Creemos que es esencial que la ciencia salga de los laboratorios y llegue a la sociedad de una manera que todos puedan comprender y disfrutar.

Un aspecto distintivo de usted, es que también es profesor en la Universidad de València. Desde su experiencia como profesor, ¿cómo ve la educación actual en relación con la divulgación científica? ¿Qué retos y oportunidades existen?

Llevo dando clases en la universidad desde el año 2012, así que he acumulado bastantes horas de experiencia. ¿Y qué relación hay entre la educación actual en las universidades y la divulgación científica? Pues que son dos caras de la misma moneda. Para ser un buen profesor, tienes que ser un buen divulgador. Tienes que saber transmitir el conocimiento que quieres que tus alumnos aprendan y mantenerlos enganchados. Es cierto que cada vez es más difícil, porque los nuevos estudiantes tienen más dificultades para concentrarse. Creo que en este sentido, ellos también deberían hacer un esfuerzo, porque muchos profesores estamos renovándonos y utilizando nuevas formas de enseñar para captar su atención.

Por lo tanto, aprender divulgación es fundamental para un científico que se dedica a la docencia. Saber transmitir, saber dar la información adecuada, aumentar el “engagement” y la curiosidad de los estudiantes para que sigan aprendiendo y busquen información por su cuenta, es esencial. El problema está en que no aplicamos bien la divulgación en la docencia. Creo que hay una gran oportunidad aquí: deberíamos ofrecer formación en divulgación a los profesores para mejorar su docencia. Esto lo podemos lograr brindándoles más oportunidades de participar en congresos como Divulga NextGen o en otras actividades de divulgación. Necesitamos crear este tipo de espacios. También es muy importante que se incluyan asignaturas de divulgación en todas las carreras científicas actuales. La divulgación en redes sociales debería ser una asignatura fundamental en las carreras científicas.

¿Cómo considera que la divulgación científica puede contribuir a mejorar la educación de los jóvenes? ¿Qué impacto positivo puede tener?

Estoy convencido de que la divulgación científica puede ser un motor fundamental para mejorar la educación de los jóvenes. Ofrece una perspectiva diferente sobre la ciencia y cómo es ser un científico hoy en día, algo que no siempre se contempla en la educación tradicional. Al comprender mejor el funcionamiento de la ciencia a través de la divulgación, los jóvenes pueden desarrollar un mayor interés en las carreras científicas y en la investigación. Esto, a su vez, impulsaría el progreso de la sociedad en su conjunto, acelerando el ritmo de descubrimientos y avances.

Por eso, considero crucial que la divulgación científica esté presente en la vida de los jóvenes desde etapas tempranas, idealmente a partir de los 10 o 12 años. Invito a los padres a estar atentos a las actividades de divulgación científica que se ofrecen en su localidad, ya sean iniciativas de ayuntamientos, centros culturales o asociaciones. En mi propia ciudad, por ejemplo, hay un ayuntamiento vecino que organiza eventos científicos muy interesantes para niños, incluyendo charlas, observaciones astronómicas con telescopios y otras actividades. Este tipo de iniciativas son esenciales para acercar la ciencia a los jóvenes de una manera atractiva y accesible, ayudándoles a comprender su importancia y su potencial para dar forma al futuro.

¿Considera que hay interés entre los jóvenes en dedicarse a la ciencia??

Existe una tendencia preocupante entre la juventud actual a aspirar únicamente a ser “influencers”, una carrera que no es viable para todos. Debemos fomentar una mayor diversidad de aspiraciones profesionales, animando a los jóvenes a explorar sus intereses y talentos sin limitarse a las modas pasajeras. La divulgación científica juega un papel crucial en este sentido, al mostrarles que cualquier profesión, cuando se desarrolla con pasión y dedicación, puede ser digna y gratificante.

¿Qué cualidades o habilidades son esenciales para ser un buen divulgador científico?

Ganas, yo te diría que es tener ganas, tener ganas de divulgar, tener ganas de hacer cosas, porque eso al final te lleva a lo que necesitas, que es querer transmitir la información que sabes a la gente. Y eso implica también tener ganas de estudiar, porque ningún investigador lo sabe todo, ni de su área siquiera, pues normalmente siempre tenemos que revisar la información para estar seguros de lo que estamos diciendo. Entonces creo que al final es tener ganas, tener curiosidad y esfuerzo en querer hacer la divulgación. 

Considero que cualquier persona puede hacer divulgación y también yo soy de los que piensa que no tienes que ser un científico de ese área para hacer divulgación. Por supuesto, si no eres científico o no haces investigación en el laboratorio o en los ordenadores, pues no vas a poder hablar en profundidad sobre esa área. No obstante, hay mucha gente que hace divulgación sobre temas más sencillos que ya están muy descritos para cualquier público. No son científicos, pero estudian y leen mucho, lo entienden y lo transmiten, de verdad, de manera fascinante. Entonces, cualquier persona puede ser divulgadora siempre que la información que transmita sea estudiada, sea veraz, que tenga ganas y se esfuerce en ello.

En resumidas cuentas, para mí, la cualidad más importante es querer ser divulgador, no hay más.

“La cualidad más importante para ser divulgador, es querer ser divulgador”

¿Cuáles son los principales desafíos que enfrenta la divulgación científica en la actualidad y cómo crees que podemos superarlos?

El desafío más importante es la veracidad. Considero que es un problema que tenemos, y es que así como he dicho antes que todo el mundo puede divulgar, no quiero decir que todo el mundo deba divulgar. Cuando divulgues debes decir la verdad, es decir, no te inventes cosas, no digas cosas que has oído por ahí de refilón, no. Si tú realmente quieres hablar de un tema, o tienes que ser muy experto en el tema o tienes que estudiar mucho al respecto del mismo. 

Yo recomendaría que al final de la divulgación hablásemos más de lo que sabemos, porque con un pequeño estudio podemos ampliar y transmitir lo que deseamos de una manera muy sencilla. De hecho, voy un poco más allá en mi reflexión, creo que con el tiempo debería surgir una figura que vaya contestando al tipo de información que aparece en redes sociales y que no es verdad; y es precisamente en esta situación en la que creo que hay un aspecto que los divulgadores deberíamos de hacer siempre: toda la información que digamos, tiene que estar respaldada por bibliografía; es decir, tiene que estar respaldada por artículos científicos, por libros de ciencias o por lo que sea. De este modo, siempre que subamos un vídeo por ejemplo, sería muy interesante que proporcionásemos de dónde hemos sacado la información. 

¿Cómo visualiza el futuro de la divulgación científica? ¿Qué tendencias cree que marcarán su evolución en los próximos años?

Creo que cada vez más personas van a hacer divulgación científica, lo cual me parece fantástico. Sin embargo, me preocupa que el éxito se concentre en la divulgación más sencilla, la que capta la atención del gran público con temas llamativos. No podemos olvidar que existe una divulgación científica compleja y actual que, aunque llegue a menos gente, es fundamental seguir impulsando.

Por eso, considero que es necesario crear más espacios para este tipo de divulgación, como congresos o iniciativas como Divulga NextGen. Estas plataformas son una ventana para que la divulgación compleja no muera. Si solo nos quedamos con la divulgación de los grandes divulgadores, que por supuesto es valiosa, corremos el riesgo de desprestigiar el trabajo de investigadores jóvenes que quieren compartir sus hallazgos.

Es cierto que las cuentas de divulgadores famosos, como Javier Santaolalla o Lady Science tienen un gran alcance y son una excelente forma de aprender sobre ciencia de manera amena. Sin embargo, no podemos permitir que este tipo de divulgación eclipse la labor de divulgadores menos conocidos que también realizan un trabajo importantísimo al comunicar su investigación. Por ello, considero que la organización de más congresos y eventos que reúnan a divulgadores de diferentes ámbitos es clave para que su trabajo llegue a un público más amplio. De esta manera, podremos garantizar que la divulgación científica siga siendo diversa, rica y accesible para todos.

¿Qué mensaje le gustaría transmitir a los jóvenes que se interesan por la ciencia y la divulgación? ¿Qué consejos les daría?

Una pregunta muy compleja. Sin duda, si te apasiona la ciencia, debes seguirla. Es cierto que presenta muchos retos, ya que a menudo las cosas no salen como esperamos y surgen interrogantes que exigen un gran esfuerzo intelectual. Sin embargo, existen dos recompensas que me llenan de una profunda satisfacción:

El primer momento mágico ocurre cuando un estudiante de grado, doctorado o cualquier otro nivel, se encuentra estancado en su investigación sin comprender los datos. En ese instante, sentarme con ellos para analizar cuidadosamente los datos, explorar diferentes enfoques y finalmente obtener resultados y correlaciones, es algo indescriptible. Ver sus ojos iluminarse al comprender cómo su trabajo, incluso en un laboratorio, que a veces puede parecer tedioso, genera resultados interesantes y relevantes para el avance científico es una experiencia profundamente gratificante.

También a nivel científico, la experiencia más emocionante es cuando surge una idea, la desarrollamos, la ponemos a prueba, la estudiamos, la optimizamos y finalmente llegamos a la conclusión que habíamos previsto. Es como descifrar un enigma del universo, una confirmación de que nuestro conocimiento y nuestras ideas tienen un valor tangible. Sentir esa conexión con el mundo, esa validación de nuestro trabajo, es sencillamente mágico.

En cuanto a la divulgación científica, mi mensaje es claro: si te apasiona la ciencia, no dudes en compartirla. Yo mismo era muy tímido al principio, pero con el tiempo me he dado cuenta de que la divulgación es una herramienta invaluable para contagiar la emoción por la ciencia a otros. No tengas miedo de expresarte y compartir tus conocimientos con el mundo.

¿Podría compartir alguna anécdota o experiencia memorable relacionada con su trabajo como divulgador científico?

Bueno, no sé si llamarla «experiencia memorable», pero sí tengo una anécdota curiosa. En uno de mis vídeos de YouTube, me encontré con un problema de derechos de autor por la música que quería usar, que era nada más y nada menos que el comienzo de Star Wars. Como solución, se me ocurrió tararear la melodía y crear un formato tipo «letra de Star Wars». ¡Y adivina qué? Saltó el copyright!

Debo reconocer que al principio me daba un poco de vergüenza subir este tipo de vídeos, pero luego pensé: «¿Qué más da?». Hoy en día, incluso se los enseño a mis estudiantes de grado, y les encantan. Es que no hay que tener miedo de mostrar lo que haces y lo que disfrutas haciendo. De hecho, creo que una de las cosas más bonitas de la divulgación es que te da igual exponerte al público. Y cuando te da igual, puedes llegar a mucha más gente, transmitir la información de forma más efectiva y ser un mejor divulgador científico.

Otra anécdota que puedo contarte es que, en mis inicios como profesor, había participado en alguna comunicación oral en congresos de investigación, pero nunca había ganado ningún premio. Sin embargo, después de embarcarme en el mundo de la divulgación con el proyecto Divulga Next Gen, apliqué todo lo que había aprendido como divulgador a una charla que di en un congreso y ,para mi sorpresa, ¡gané el premio a la mejor comunicación oral!

Con esto solo quiero decirte que te aventures a hacer lo que te gusta, que no dejes que nadie te limite y que, sobre todo, no tengas miedo.

Incluso con un expediente perfecto es prácticamente imposible conseguir una beca de investigación recién egresado.

“Se debería de invertir más dinero en investigación. No puede ser que haya gente muy válida que se quede fuera de becas por que estén saturadas y se tengan que buscar la vida fuera de España porque aquí no se apuesta por esto.”

Javier López Simón, investigador predoctoral en la Universidad de Alicante. Imagen propia.

Javier López Simón, investigador predoctoral actualmente contratado por la Universidad de Alicante, se distingue por su excelencia académica. Galardonado con el premio al mejor expediente académico de su promoción, obtuvo una destacada calificación media de 9.2 en el grado de Biología de la Universidad de Alicante, y una excelente calificación media de 9.5 en el Máster Universitario en Investigación y Avances en Microbiología de la Universidad de Granada. Como primer autor, ha contribuido a la publicación de un artículo en Nature Communications basado en su Trabajo de Fin de Grado. Sin embargo, aun con este trasfondo excelente, ha enfrentado dificultades para obtener una beca de Formación de Profesorado Universitario.

Hace tres meses, tu artículo titulado ‘Virus activos en el hielo antártico y su posible implicación en los ciclos de nutrientes y en la dinámica global‘ fue publicado. ¿Podrías proporcionar un resumen de los resultados obtenidos en esta investigación?

Partiendo de conocimientos previos y de un artículo anterior que investigaba la evolución de las comunidades microbianas, observamos que no se había abordado la importancia de las comunidades virales en los ecosistemas líquidos bajo capas de hielo permanente en la Antártida.

Diagrama esquemático que muestra la ubicación de la Plataforma de Hielo Ross (marcada con una ‘x’ roja en el mapa) y la estructura de una plataforma de hielo. Cedido por el investigador.

Esta investigación publicó sus datos, analizamos estos bloques de información genética en busca de información asociada a virus. Tras su análisis, descubrimos que estos virus se habían especializado en infectar a bacterias clave en ciclos de nutrientes como el nitrógeno, el azufre y el fósforo.

Además, identificamos que estas comunidades siguen una estrategia de contagio conocida como ‘kill the winner’. Esta estrategia implica que las comunidades virales se enfocan en infectar a la comunidad dominante, maximizando así su éxito.

Dinámica kill the winer. Fuente:  wikipedia

Los virus que has encontrado en tu investigación ¿Están activos? Y si lo están, ¿deberían de preocupar a la especie humana?

Los virus están activos. Esas muestras provienen del agua que se encuentra debajo del hielo de la plataforma antártica, por lo que no están congelados ni aletargados. Las corrientes oceánicas que ocurren bajo la plataforma antártica mueven estas poblaciones de microorganismos por lo que no se encuentran estancadas ni recluidas. Por otro lado, estas poblaciones de virus no deberían de preocuparnos ya que son especialistas en la infección de bacterias, no de humanos.

¿Cuál fue el origen de la idea de enviar los resultados del Trabajo de Fin de Grado a la revista Nature Communications?

La idea de enviar los resultados de mi Trabajo de Fin de Grado a la revista Nature Communications surgió a partir de los hallazgos iniciales de este proyecto, que sirvieron como la semilla para desarrollar el artículo posterior. Los resultados obtenidos en el primer borrador se refinaron utilizando programas más precisos y exactos, lo que permitió la creación de un artículo más concentrado.

¿Qué desafíos enfrentaste durante el proceso de maquetación del artículo?

Durante el proceso de maquetación del artículo, enfrentamos ciertas complicaciones, especialmente porque estaba estudiando en la Universidad de Granada sin un contacto directo con mi tutor de TFG, quien continuó brindándome apoyo a distancia. A pesar de esta distancia, participé activamente en todas las etapas de creación del artículo que se pudieron llevar a cabo de forma remota.

¿Cuáles fueron las adaptaciones más significativas que tuvieron que realizar?

Una de las adaptaciones más significativas que realizamos fue la condensación de toda la información, dado que los requisitos para un paper y un TFG difieren considerablemente en términos de extensión y enfoque. A lo largo del proceso, experimentamos tres rondas de revisión, abordando desde fallos conceptuales hasta errores gramaticales específicos.

Actualmente, estás progresando en tu investigación previa. ¿Cuáles son los objetivos de esta nueva fase de tu trabajo?

Continuamos en la misma linea, anteriormente estudiamos las comunidades víricas en el agua bajo la plataforma de Ross y ahora estamos estudiando los virus conservados en el hielo de la plataforma Filchner-Ronner. Actualmente estamos en las fases más iniciales de la investigación por lo que no sabemos por donde nos llevarán los resultados. Lo que si que sabemos es que el descubrimiento resultante será del mismo calibre o mayor que el anterior.

Hablemos de los problemas de financiación actual. ¿Cuál ha sido tu recorrido desde el grado hasta hoy?

Después de terminar el grado de Biología en la Universidad de Alicante realicé el Máster Universitario en Investigación y Avances en Microbiología de la Universidad de Granada ambos con una media sobresaliente y con el premio extraordinario de grado.

Al terminar el máster solicite la beca de Formación de Profesorado Universitario, pero no se me otorgó por falta de méritos, por lo que actualmente estoy contratado como investigador predoctoral en la Universidad de Alicante.

¿Es realmente posible conseguir una beca FPU para un recién egresado?

Realmente no es posible. En méritos se cuenta la nota del grado y los premios que hayas podido conseguir. Actualmente es una de las partes que más cuenta para obtener tu beca. pero esa puntuación queda silenciada al estar en competición con tan altos expedientes. Lo que marca la diferencia en estos casos son los méritos que otorga un artículo, una ponencia en un congreso o alguna colaboración. Estas becas se llegan a otorgar a personas con expedientes sumamente increíbles o personas con méritos acumulados, generando un bucle cerrado en el que es muy dificil entrar para un nuevo investigador. Se debería de invertir más dinero en investigación. No puede ser que haya gente muy válida que se quede fuera de becas por que estén saturadas y se tengan que buscar la vida fuera de España porque aquí no se apuesta por esto.

Pensamiento crítico: la mejor herramienta para alcanzar la igualdad

Astrid Wagner, científica Titular del Instituto de Filosofía del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), está preocupada por el creciente rechazo en las diversas esferas de la sociedad contemporánea de hechos históricos, científicos o sociales que están  empíricamente demostrados. Wagner, que abrió las V Jornadas de Ciencia y Pseudociencia en el campus de Salesas y Desamparados (Orihuela) de la Universidad Miguel Hernández de Elche (UMH), invitó a los asistentes a reflexionar, desde un escepticismo saludable, sobre los desafíos contemporáneos que enfrenta el pensamiento científico, desde la desinformación hasta la polarización social, el cuestionamiento de la evidencia científica al cambio climático y la crisis de confianza en las instituciones. 

Astrid Wagner en su ponencia «¿Cómo sobrellevar el auge de negacionismos en un mundo en crisis?

Según la filósofa, la conspiranoia junto con los agentes que utilizan datos arbitrarios para respaldar sus hipótesis y la información digital sin restricciones forman un cóctel explosivo donde se pone de manifiesto el grave problema al que se enfrenta la sociedad actual, que es la alimentación del negacionismo. Porque a juicio de la experta, este fenómeno erosiona la cohesión social y dificulta la búsqueda de soluciones a los problemas urgentes. Para frenar esta tendencia, la investigadora aclaró que la ciencia no es un dogma, sino un proceso continuo de cuestionamiento y revisión. Por ello, el escepticismo crítico es la herramienta fundamental que permite a los científicos evaluar la evidencia, formular hipótesis y desarrollar nuevas teorías. “En un mundo plagado de negacionismo y desinformación, el escepticismo crítico es más importante que nunca, ya que nos permite discernir entre los hechos y las opiniones”, expuso Wagner.

La segunda ponencia de la jornada corrió a cargo de Purificación Heras González, profesora del departamento de Ciencias Sociales y Humanas en el área de Antropología Social  y Vicerrectora Adjunta de Igualdad y Diversidad de la UMH. En su charla “El ilusionismo de la igualdad y el negacionismo de la violencia de género en España”, Heras expuso que la investigación científica no está libre de sesgos de género por omisión, lo que puede representa un grave defecto con implicaciones en campos como la inteligencia artificial, o la medicina, donde puede llegar a errores en los resultados como el infradiagnóstico médico, debido a que no se contemplan en algunos de los ensayos clínicos a todos los grupos de población, por criterios de exclusión por grupos de sexo o edad específico. Además, Heras resaltó la baja representación de las mujeres en la ciencia y en el mundo laboral en los puestos de liderazgo en campos como la cardiología y la justicia así como la brecha salarial existente.

Purificación Heras González en su ponencia «El ilusionismo de la igualdad y el negacionismo de género en España

La vicerrectora adjunta también desmontó algunos de los mitos y creencias que persisten en torno a la violencia de género, mostrando la actualidad con datos y ofreciendo una mirada crítica sobre los sesgos de género arraigados en la sociedad y la necesidad de enfrentar el negacionismo de la violencia de género con evidencias y conciencia.

En esta misma línea, la conferencia online del profesor Juan Agustín sobre “Desigualdades de género” ofreció un análisis crítico sobre diversos aspectos de la discriminación hacia las mujeres. Presentó el “Informe sobre el impacto de la pandemia COVID-19 en mujeres rurales” de la Diputación de Málaga, que revela una cruda realidad: la falta de corresponsabilidad masculina y la precariedad laboral de las mujeres en el ámbito rural. Una doble discriminación que las coloca en una posición de mayor vulnerabilidad. Además, exploró cómo el discurso de la excelencia en el turismo encubre formas de explotación y perpetúa estereotipos de género.

Este primer día de la jornada también contó con la presentación de los resultados alcanzados por el estudiantado de instituto a través del taller  “¿Por qué existen las teorías negacionistas sobre el cambio climático y las estelas químicas (chemtrails)?”, coordinado por el profesor del IES Miguel de Cervantes de Granada Ismael Román. La actividad, desarrollada en colaboración con el Instituto Mediterráneo Sol, consistió en una investigación estructurada en fases donde se evaluaban las preconcepciones sobre los bulos relacionados con el cambio climático y los chemtrails. El resultado fue revelador: la mayoría de sus alumnos modificaron sus creencias, pasando de creer las fake news a comprender la importancia de estar bien informados utilizando la ciencia.

V Jornadas sobre ciencia y pseudociencia. Aula de Grados en Campus Desamparados UMH, Orihuela

El evento sobre pseudociencias también se desarrolló a lo largo del siguiente sábado con diferentes charlas tanto presenciales como online en torno a los negacionismos sobre el cambio climático y la desigualdad entre hombres y mujeres. Entre los ponentes de esta segunda jornada figuraron la arqueóloga y divulgadora Margarita Sánchez Romero; el investigador de la UMH Luciano Orden; el divulgador de la Universidad de La Laguna Luis Javier Capote; el astrofísico David Galadí Enríquez; el investigador de AEMET Comunidad Valenciana José Antonio Parodi Perdomo; el profesor de Física Aplicada de la UMH José Antonio García Orza; la directora de la Unidad de Cultura Científica de la UMH Alicia de Lara; el sociólogo Alexis Lara Climent; el astrofísico y divulgador Javier Armentia Fructuoso; la escritora mejicana Elpidia García Delgado y la matemática y divulgadora Marta Macho Stadler. Todas ellas intervenciones en las que se puso el foco en la necesidad de contar con información veraz y científica para combatir las teorías negacionistas y promover una comprensión más precisa de los desafíos ambientales y sociales que enfrenta la humanidad.

“En occidente estamos creando las condiciones propicias para alterar nuestro microbioma y provocarnos enfermedades”

El doctor José Maldonado Lozano promueve la adopción de hábitos saludables desde la infancia y explora nuevas intervenciones para prevenir enfermedades, como la obesidad, a través de la alimentación y cuidado de la microbiota.

El Dr José Maldonado Lozano, pediatra y profesor titular de Pediatría en la UGR | Imagen extraida del diario GranadaHoy

El doctor José Maldonado Lozano doctorado en Medicina y Cirugía, especializado en pediatría, gastroenterología, nutrición y dietética, ejerce en la actualidad como profesor titular de Pediatría en la Universidad de Granada, además de trabajar como pediatra en el Hospital Materno Infantil Virgen de las Nieves. Maldonado ha contribuido significativamente al campo de la investigación, con más de 105 artículos publicados. En esta entrevista, expone la importancia de la innovación y divulgación sobre la obesidad infantil en su impacto significativo en la salud a corto y largo plazo de los niños.

P: Según la prevalencia de sobrepeso y obesidad en España en el informe “The heavy burden of obesity”, publicado en 2019 por el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social,  alrededor del 40% de los niños (de 6 a 9 años) de los países mediterráneos padecen sobrepeso u obesidad. Esta es la tasa más alta de la UE y, de ellos, más del 60% tendrá sobrepeso u obesidad en la edad adulta, lo que aumentará la incidencia de comorbilidades crónicas ¿Considera que la investigación y la divulgación sobre este tema tan relevante es acorde a su relevancia?

E: En respuesta a las declaraciones sobre la prevalencia alarmante de la obesidad infantil en España, es innegable que este problema representa una seria preocupación. El Ministerio ha reconocido la naturaleza mediterránea de nuestra dieta, pero los datos del Estudio EsNuPi y otros indican que estamos enfrentando un desafío significativo, con tasas de obesidad infantil alcanzando el 40% en algunas regiones.

La obesidad está estrechamente ligada a los hábitos alimenticios y niveles de actividad física de nuestros niños, así como a la composición de su microbiota intestinal. Explorar la posible relación entre los cambios en la microbiota y el aumento de la obesidad es de suma importancia. Si estos hallazgos se confirman, podríamos abrir la puerta a intervenciones innovadoras, como el uso de probióticos o simbióticos, para abordar la obesidad y el sobrepeso.

Por lo tanto, este campo de investigación emerge como uno de los más cruciales en la actualidad, tanto para la salud infantil como para la de los adultos. Es imperativo que se asignen recursos y se fomente la colaboración interdisciplinaria para avanzar en la comprensión y el abordaje de este complejo problema de salud pública.

P: ¿Cómo sugiere que la información sobre microbiota y su importancia llegue de manera más efectiva a la sociedad en general, considerando que actualmente parece estar más difundida entre investigadores y profesionales médicos que entre el público?

E: Es una cuestión interesante y a la vez desafiante. Por un lado, tenemos a nuestra disposición una amplia gama de medios de difusión que podrían ser utilizados para llevar esta información al público en general. Hoy en día, incluso podemos encontrar anuncios y menciones en programas de Internet que podrían captar la atención del público. Sin embargo, la dificultad radica en que la industria tiende a promover productos que generan ganancias, dejando en segundo plano los temas más científicos.

«La industria tiende a promover productos que generan ganancias, dejando en segundo plano los temas más científicos»

Por ejemplo, seguro has oído hablar de algún probiótico para la diarrea como son el Ultra Levura o el Chastaromice boulardii, pero ¿qué pasa con otras opciones como el Lactobacillus GG? La industria tiene la capacidad de promocionar productos específicos para la pérdida de peso, pero ¿qué pasa con la información sobre la microbiota y su importancia?

«Si hay una voluntad política y una inversión adecuada, podríamos lograrlo. En resumen, los medios están disponibles, solo necesitamos la voluntad y los recursos para utilizarlos de manera efectiva»

La clave está en encontrar una manera de dar visibilidad a estos temas en los medios de comunicación social, y aquí es donde las autoridades de salud podrían desempeñar un papel crucial. Si hay una voluntad política y una inversión adecuada, podríamos lograrlo. En resumen, los medios están disponibles, solo necesitamos la voluntad y los recursos para utilizarlos de manera efectiva.

P: La microbiota intestinal se podría comparar de forma no académica a un jardín lleno de plantas y microorganismos. Ya que al igual que un jardín, necesita una variedad de plantas para mantenerse saludable, el intestino necesita de bacterias para la digestión de los alimentos. ¿Pero cómo podríamos relacionar la microbiota intestinal, una desconocida socialmente, con el problema de la obesidad en los niños?

E: La comprensión de la relación entre la microbiota y la obesidad se presenta como un desafío complejo e intrincado en la investigación actual. A pesar de la abundancia de estudios que abordan esta conexión, compararla con una simple analogía comercial resulta insuficiente. La singularidad de la microbiota intestinal de cada individuo conlleva a respuestas corporales variables ante la ingesta de alimentos y otras sustancias, por eso es necesario considerar la variabilidad individual en este campo de estudio.

El análisis de la microbiota y la obesidad revela una diversidad de resultados en la investigación, donde algunos estudios señalan cambios en ciertas especies bacterianas asociadas con la obesidad, mientras que otros llegan a conclusiones opuestas. Es esencial reconocer la complejidad y la diversidad de la microbiota de cada individuo, destacando que las respuestas no son uniformes y, por lo tanto, las microbiotas son distintas.

A pesar de la importancia de las bacterias intestinales en el metabolismo y la salud, la investigación aún no ha profundizado lo suficiente en este campo. Sin embargo, es innegable que la actividad metabólica bacteriana no solo afecta la inmunidad, sino también diversos procesos metabólicos, neuropsiquiátricos y cerebrales. Profundizar en la comprensión de estas interacciones esenciales entre la microbiota intestinal y la salud global puede ser clave para desarrollar estrategias más efectivas en la prevención y el tratamiento de la obesidad y sus complicaciones asociadas para colaborar con una mejora de la salud pública.

P: Tener un desequilibrio entre la ingesta y el gasto energético podría favorecer a la obesidad en niños. Si esto se sabe y la solución por lo general suelen ser tratamientos basados en dietas bajas en calorías y el fomento de la actividad física que suelen presentar un bajo seguimiento. ¿Qué propone usted para poder tener un mayor resultado?

 E: Hay dos aspectos clave de suma importancia para la comprensión de la obesidad y la salud metabólica: la actividad física y la dieta. Un estudio reciente sobre la obesidad infantil destaca cómo la combinación de actividad física y una dieta adecuada puede influir en la composición de la microbiota intestinal, especialmente en los niños. Esto subraya la importancia de la actividad física como un factor determinante en la salud metabólica y la composición de la microbiota, aunque no solo este factor es importante. La dieta tiene un papel crucial en la modulación de la microbiota intestinal. Se ha observado que dietas específicas, como la cetogénica o la mediterránea, pueden influir en la composición y función de la microbiota. La dieta mediterránea, en particular, ha sido asociada con cambios beneficiosos en la microbiota y en los procesos metabólicos de las bacterias asociadas a ella, lo que sugiere que la dieta puede ser una herramienta importante en el manejo de la obesidad y otras condiciones relacionadas.

Sabiendo esto, se puede afirmar que una la disbiosis en la microbiota intestinal microbiota a menudo conduce a la aparición de un estado inflamatorio crónico, aunque silencioso, que puede desencadenar una serie de alteraciones metabólicas y fisiológicas que contribuyen al desarrollo de la obesidad. Este fenómeno subraya la interconexión entre la salud intestinal y la salud global del individuo. Un ejemplo destacado es el estudio publicado hace algunos años en revistas científicas, ilustra cómo los cambios en la microbiota pueden influir en una variedad de procesos fisiológicos y enfermedades.

«Debemos tener en cuenta todos estos factores externos y su interacción compleja para diseñar estrategias efectivas de prevención y tratamiento de la obesidad y otras enfermedades relacionadas»

El desafío, actualmente, se encuentra en  abordar la obesidad desde una perspectiva integral, considerando factores genéticos, ambientales y de estilo de vida. Incluso se ha demostrado que hay una influencia significativa de factores externos, como el uso de antibióticos en la industria alimentaria, en la composición y función de la microbiota, y su impacto en la salud metabólica. Es importante reconocer que abordar los desequilibrios en la microbiota no debe limitarse únicamente a la administración de probióticos, aunque sea una opción válida. Debemos tener en cuenta todos estos factores externos y su interacción compleja para diseñar estrategias efectivas de prevención y tratamiento de la obesidad y otras enfermedades relacionadas.

P: ¿Ha notado usted, como médico, un aumento en la inflamación en niños y adultos en los últimos tiempos? ¿Cree que existe una relación entre este fenómeno y los cambios en la microbiota y los hábitos alimenticios?

E: Definitivamente, es crucial reconocer la relación entre nuestra dieta y el estado proinflamatorio que puede desencadenar cambios significativos en nuestra microbiota intestinal. Esta inflamación crónica, aunque sea de baja intensidad, puede tener consecuencias graves en nuestra salud, contribuyendo al aumento de patologías como el cáncer, las alergias y las enfermedades inflamatorias. Es impactante cómo, en apenas unas décadas, hemos observado un aumento alarmante en los casos de enfermedades inflamatorias intestinales en niños, algo que era prácticamente inexistente hace solo unas décadas. Este cambio drástico nos muestra la importancia de comprender y abordar los factores subyacentes, como la alteración de nuestro microbioma debido a la sobre-higiene y los cambios en nuestra dieta. Es esencial reconocer que somos parte del problema al crear un ambiente que favorece el desarrollo de enfermedades. La obesidad, por ejemplo, no solo aumenta el riesgo de ciertos tipos de cáncer, sino que también está contribuyendo a su prevalencia creciente. Es hora de reconsiderar nuestras prácticas y entender cómo nuestras acciones afectan nuestra salud a largo plazo.

P:¿De qué manera afecta la clase social al que pertenecen los niños, especialmente en su microbiota con respecto a la obesidad? 

E: La influencia del entorno en la salud del microbioma intestinal es indudable y se manifiesta de múltiples maneras. Por un lado, el entorno en el que una persona se desarrolla, incluyendo su nivel de higiene, desempeña un papel crucial. La teoría de la higiene ha demostrado influir no solo en la prevalencia de alergias, sino también en la obesidad y enfermedades inflamatorias, al determinar la colonización de microorganismos en el cuerpo, lo que a su vez impacta en el funcionamiento del microbioma intestinal. En última instancia, la teoría de la higiene nos muestra que al excedernos en la limpieza y desinfección, estamos perturbando nuestro microbioma y generando el problema nosotros mismos. Estamos dando lugar a las condiciones ideales para el aumento de enfermedades.

«Las clases económicamente más privilegiadas tienden a consumir una dieta más rica en frutas y verduras, lo que se asocia con una microbiota intestinal más saludable»

Además, la alimentación juega un rol determinante. En España, estudios como EsNuPi, así como investigaciones realizadas a finales del siglo pasado y principios de este, han evidenciado claramente la relación entre el estatus socioeconómico y los hábitos alimenticios. Las clases económicamente más privilegiadas tienden a consumir una dieta más rica en frutas y verduras, lo que se asocia con una microbiota intestinal más saludable.

P: El estudio CLiMB-Out, tiene como objetivo desarrollar herramientas predictivas que faciliten diseñar una nutrición personalizada para prevenir y tratar la obesidad. ¿Qué importancia tiene la personalización de la dieta basada en la microbiota para prevenir y tratar la obesidad en niños y niñas?

 E: Es fundamental considerar el nivel de conocimiento que una persona tiene sobre los alimentos y los nutrientes al diseñar una dieta. Si no comprenden estos conceptos básicos, es poco probable que sigan las recomendaciones nutricionales de manera efectiva. Además, como hemos discutido previamente, la clase social juega un papel crucial en la capacidad de una persona para acceder a ciertos alimentos. Por mucho que se promueva el consumo de pescado, frutas, verduras y aceite de oliva, es importante tener en cuenta si económicamente es factible para esa persona adquirir estos productos.

Como docente de pediatría y nutrición, comprendo la importancia de adaptar las recomendaciones dietéticas a las circunstancias individuales de cada persona y su entorno socioeconómico. No tiene sentido diseñar dietas teóricamente perfectas si no se pueden llevar a la práctica en la vida cotidiana. Es esencial adaptarse a las necesidades y posibilidades de cada familia y comunidad, teniendo en cuenta factores como la disponibilidad de alimentos, los recursos económicos y las preferencias culturales.

P: En el caso de los niños y niñas, sabemos que tanto la variedad como la riqueza de la microbiota intestinal son menores cuanto mayor es su índice de masa corporal (IMC). ¿Cuáles podrían ser las implicaciones a largo plazo para la salud de los niños y niñas? 

E: Es crucial reconocer que las consecuencias del sobrepeso y la obesidad no son un problema exclusivo del futuro, sino que pueden manifestarse directamente durante la infancia y tener un impacto significativo a largo plazo. Se han documentado patologías que se desarrollan durante la etapa infantil y que pueden persistir en la vida adulta, como la arteriosclerosis.

«Las consecuencias del sobrepeso y la obesidad no son un problema exclusivo del futuro, sino que pueden manifestarse directamente durante la infancia y tener un impacto significativo a largo plazo»

Estudios, como el realizado por investigadores suecos que examinaron muestras de tejido de personas fallecidas, han revelado la presencia de placas de ateroma, es decir,  acumulaciones de lípidos, células inflamatorias las paredes arteriales, en jóvenes con tendencia a la obesidad, evidenciando la influencia directa del sobrepeso en la salud cardiovascular desde una edad temprana. Además, se ha demostrado que la obesidad infantil aumenta significativamente el riesgo de obesidad en la adolescencia y la edad adulta.

En el caso del sobrepeso, donde la evidencia es menos clara, se observa una reducción en la riqueza y diversidad bacteriana en el microbioma intestinal, lo que puede tener implicaciones metabólicas y de salud a corto y largo plazo.

Por lo tanto, es crucial abordar estos problemas de salud desde la infancia y tomar medidas preventivas y terapéuticas de manera proactiva. La intervención temprana en la dieta, el estilo de vida y el cuidado del microbioma intestinal puede marcar una diferencia significativa en la salud y el bienestar a lo largo de la vida.

6. P: ¿Cómo podrían los cambios en los niveles de ácidos grasos de cadena corta, asociados a la abundancia de microbios del género Proteobacteria en la microbiota intestinal de niños con un índice de masa corporal elevado, influir en su salud gastrointestinal y metabólica a largo plazo?

E: El butirato es un ácido graso de cadena corta producido por ciertas bacterias intestinales durante la fermentación de la fibra. Junto con otros ácidos grasos de cadena corta, desempeña un papel importante en el metabolismo y la salud intestinal.

Un desequilibrio de estos ácidos grasos de cadena corta en la proporción de ciertos tipos de bacterias, como un aumento en los firmicutes y una disminución en los bacteroidetes, se ha asociado con la obesidad, pero se observa un retorno gradual a un equilibrio más saludable cuando las personas pierden peso. Pero el butirato no solo proporciona energía, sino que también regula el metabolismo al interactuar con receptores celulares.

Modificar la microbiota intestinal a través de la dieta, el ejercicio, los probióticos o los trasplantes fecales puede tener un impacto positivo en el metabolismo y la salud, especialmente en niños con sobrepeso u obesidad. Ejemplos como la enfermedad de Crohn muestran cómo ciertas dietas pueden cambiar la composición bacteriana intestinal de proinflamatoria a antiinflamatoria.

 P:  ¿Qué consejos les daría a los padres que están preocupados por el peso de sus hijos y quieren adoptar hábitos alimenticios más saludables en casa?  

E: Es importante considerar dos aspectos fundamentales al alimentar a los niños pequeños. Por un lado, debemos tener en cuenta que los bebés de seis meses aún no tienen dientes y pueden tener dificultades para masticar los alimentos sólidos. Aunque la técnica de baby-led weaning puede ser útil para familiarizar al niño con diferentes texturas y sabores, es posible que no ingiera grandes cantidades de alimentos hasta que sea un poco mayor y esté más capacitado para manejar los alimentos.

Por otro lado, es crucial garantizar la seguridad alimentaria de los niños pequeños. Darles trozos de alimentos que puedan atragantarse o que no puedan manejar adecuadamente puede representar un riesgo para su salud. Por lo tanto, es necesario ser cautelosos y proporcionar alimentos adecuados a la edad y habilidades del niño.

En este sentido, es alentador ver cómo se están desarrollando herramientas útiles para los padres. Por ejemplo, se está trabajando en colaboración con psicólogos infantiles de la Universidad de Granada para desarrollar un portal  que brinde a los padres consejos prácticos sobre cómo alimentar a sus hijos, teniendo en cuenta tanto los aspectos nutricionales como los psicológicos,  contribuyendo a mejorar la experiencia de alimentación de los niños pequeños.

P: ¿Hay algún tipo de alimentos específicos que se deberían incluir en la dieta de los niños para promover una microbiota saludable y evitar la obesidad infantil?

E: Cuando hablamos de promover una microbiota intestinal saludable, no nos referimos a un solo tipo de alimento, sino a una dieta completa. Actualmente, numerosos estudios están investigando los efectos beneficiosos de la dieta mediterránea, que no solo incluye el aceite de oliva, sino una variedad de productos que conforman una alimentación equilibrada.

De hecho, no se trata solo de la dieta mediterránea, sino que otras regiones, como aquellas con dietas atlánticas, también poseen patrones alimenticios saludables adaptados a su entorno y productos disponibles. Por lo tanto, no se trata de un único alimento, sino de un estilo de alimentación completo y saludable.

Por otro lado, es importante reconocer los alimentos que deberíamos consumir con moderación o evitar en exceso. La llamada dieta occidental, rica en grasas saturadas, baja en frutas, fibra y vegetales, y alta en poliinsaturados en exceso, puede alterar la microbiota intestinal y comprometer la salud intestinal en general.

P: ¿Cómo cree que va a repercutir la investigación sobre la microbiota en un plazo de 10 años? ¿Cómo cree que va a evolucionar?

E: Creo que este avance va a ser muy positivo y va a evolucionar de manera favorable por varias razones. En primer lugar, aunque la investigación sobre microbiota lleva tiempo, su relación con la obesidad es más reciente. Sin embargo, desde los años 90 se han realizado estudios que han explorado esta conexión, como aquellos que examinaron el uso de antibióticos en granjas porcícolas y su impacto en la microbiota.

Es alentador ver que estamos aplicando estos conocimientos en el tratamiento de la obesidad infantil a través de tratamientos farmacológicos que modifican la microbiota intestinal. Por ejemplo, se ha demostrado que medicamentos como la metformina, utilizados para tratar la diabetes tipo 2 y el síndrome metabólico en niños, pueden cambiar la microbiota y fomentar el crecimiento de especies bacterianas que promueven la pérdida de peso.

Recientemente se ha publicado un estudio que explora el efecto de varios fármacos utilizados para la pérdida de peso en relación con la microbiota intestinal. Esto nos está proporcionando información valiosa sobre cómo estos medicamentos no solo afectan al metabolismo, sino también a la composición de la microbiota.

En resumen, aunque no éramos plenamente conscientes de ello en el pasado, ahora estamos empezando a comprender mejor cómo la microbiota intestinal puede influir en la pérdida de peso y cómo podemos aprovechar este conocimiento para desarrollar enfoques más efectivos en el tratamiento de la obesidad.

 P: Recientemente, el sindicato de Enfermería ha solicitado al Ministerio de Sanidad  incluir la figura de enfermera escolar en las estrategias para reducir el sobrepeso y la obesidad en niños y adolescentes ¿Cómo considera que esta integración podría impactar en la salud digestiva y metabólica de los jóvenes?

E:  Es cierto que las propuestas y leyes en el ámbito de la nutrición pueden ser beneficiosas en teoría, pero su efectividad se ve limitada por la falta de recursos y apoyo práctico en la implementación. Como mencionas, la presencia de dietistas nutricionistas en centros de salud y otros ámbitos de atención sanitaria es fundamental para respaldar los tratamientos y promover una alimentación saludable. Lamentablemente, esta figura es escasa y en muchos casos inexistente, lo que dificulta la aplicación efectiva de políticas y programas relacionados con la nutrición.

Un ejemplo revelador es la propuesta del ministerio de proporcionar una pieza de fruta a los escolares durante los recreos como alternativa a los dulces industriales. A pesar de la buena intención de esta iniciativa, la falta de infraestructura y recursos impidió su implementación práctica. Como resultado, las buenas intenciones se quedaron en el papel y la propuesta no pudo llevarse a cabo como se había planeado.

Por eso es esencial reconocer que las leyes y propuestas en el ámbito de la nutrición deben ir acompañadas de recursos adecuados, así como de un compromiso real por parte de las autoridades y las instituciones pertinentes. 

Un gran paso para la reproducción asistida en tiburones

Pablo García-Salinas: “Hemos desarrollado técnicas de reproducción asistida que ojalá nunca tengamos que utilizar”

El doctor en ciencia y tecnología de los animales, secretario de la Associació LAMNA y nombrado recientemente director de la Fundación Azul Marino, Pablo García (1982, Valencia), es uno de los pocos investigadores en todo el mundo que ha desarrollado nuevas técnicas de reproducción asistida en tiburones y rayas, el segundo grupo de vertebrados más amenazado del mundo. Actualmente, nos enfrentamos a una crisis medioambiental a escala mundial, y la reducción de la biodiversidad es cada vez más preocupante, como indica García-Salinas. El desarrollo de técnicas de reproducción asistida podría ser la última esperanza de muchas especies de tiburones y rayas contra la extinción. A pesar de ello, el investigador advierte de que todos los esfuerzos de conservación de la biodiversidad no pueden recaer sobre un único y último recurso: «Si llegamos a ser nosotros los que salvemos la especie usando esta técnica, es que se habrán hecho muy mal las cosas».

Pablo García-Salinas manipulando un tiburón pintarroja (Scyliorhinus canicula) para la extracción de esperma. Fuente: Emilio Badillo.

Hay algunos animales que, debido al gran desconocimiento que se tiene sobre ellos, se han visto víctimas de numerosos falsos mitos y creencias respecto a su naturaleza, es el caso de los tiburones. Pablo, usted que trabaja diariamente con ellos, ¿son verídicas estas creencias?

Exactamente, yo me he especializado en trabajar con tiburones en parte debido a la curiosidad que suscita el hecho de que son animales tan desconocidos. Existen muchas creencias, muchos mitos, y esto ha dado pie a que la gente les tenga mucho miedo, por ejemplo que teman bañarse en el mar. La realidad es que, cuando miramos los datos con objetividad, lo que vemos es que lejos de tenerles miedo, deben ser ellos los que nos temen bastante más a nosotros. 

Está claro que estas creencias están muy extendidas. Yo personalmente he llegado a escuchar que no hay tiburones en el Mediterráneo ¿es eso cierto? 

Esa es una de las leyendas sobre estos animales, para tranquilizar a la gente que viene bañarse a las playas del Mediterráneo. Lo cierto es que sí tenemos tiburones, tenemos muchas especies de tiburones. Ojalá tener más y sobre todo mayor número de ellos, porque uno de los problemas que tenemos en el Mediterráneo es que el número de elasmobranquios en general, está cayendo en picado. Pero los tiburones los podemos encontrar en prácticamente todas las grandes masas oceánicas del planeta, incluso en muchas masas de agua dulce, como ríos, estuarios o incluso lagos. 

Tiburones del mar Mediterráneo. Fuente: UNEP.

Y, ¿qué son exactamente los elasmobranquios?

Los elasmobranquios es el grupo que engloba a los tiburones y a las rayas. Son primos hermanos por así decirlo, un tiburón es una raya con forma de torpedo y una raya es un tiburón aplastado, pero por lo demás son muy similares.

A pesar de ese miedo tan generalizado, ¿qué le hizo empezar a trabajar con ellos?

Lo cierto es que empecé en el mundo de la biología creyendo que iba a ser paleontólogo. Después tuve un pequeño desliz con las tortugas marinas, que me hizo viajar por el mundo viendo cómo se trataban estos animales. Después, a través de una asociación de biología marina que se fundó en la Universidad de Valencia, empecé a interesarme por los elasmobranquios, ya que era un tema que me causaba mucha inquietud. Finalmente, lo que definitivamente hizo que me decidiese por este camino, fue el empezar a trabajar en el Oceanogràfic.

En relación a su trabajo, tengo entendido que ha sido uno de los pocos en estudiar la reproducción asistida en elasmobranquios. ¿Podría explicarnos en qué consiste su estudio?

Yo empecé a trabajar en el Departamento de Educación del Oceanogràfic, eso me permitía tener acceso a veterinarios y acuaristas, y ver su relación con los animales. En ese momento me di cuenta de que la reproducción de algunas especies, pese a que se intentaba, no se fomentaba. Es decir, para reproducir a algunos animales, se juntaban macho y hembra en condiciones óptimas y se esperaba a que se reprodujeran cuando llegasen a la edad adulta. 

Sin embargo, yo sabía por mi carrera que en muchas otras especies sí se hacían proyectos para inseminar o reproducirlas con el fin de conservarlas o aprender sobre su biología. A partir de ahí, pensé en aprovechar los recursos que me ofrecía mi trabajo y explorar esta vía de estudio.

Carrousel interactivo de especies utilizadas en el estudio. Fuente: elaboración propia.

Entonces para su investigación, ¿qué procedimiento plantea para reproducir estos animales?

Podemos explorar muchas vías diferentes. Los tiburones y las rayas son animales que tienen fertilización interna, no es externa como la mayoría de peces. Se produce una cópula entre macho y hembra, y además tienen unas características que les asemeja mucho a los mamíferos pese a ser peces.

Cópula entre macho y hembra de tiburón nodriza de cola corta (Pseudoginglymostoma brevicaudatum). Fuente: Emilio Badillo.

Una de las vías que estaba muy poco explorada era el trabajo con el esperma de los machos de estos animales. Para cualquier programa de reproducción asistida con inseminación artificial, es necesario el esperma. Especialmente esperma de buena calidad, para aprovechar al máximo las ventanas temporales en que las hembras pueden ser inseminadas.

Entonces, empecé a trabajar con la conservación del esperma porque el esperma de los tiburones jamás se había conseguido conservar más allá de unas pocas horas. Los espermatozoides son unas células bastante resistentes, pero fuera de las condiciones idóneas enseguida se degradan. Ese era nuestro primer reto: mantener viables las células el mayor tiempo posible. 

Movilidad de espermatozoides de diferentes especies de elasmobranquio en diversos medios. Fuente: García-Salinas, Pablo.

Por lo que he entendido, para realizar este procedimiento primero se necesita obtener el esperma de los machos, ¿cómo se realiza este procedimiento?

La extracción de esperma es una de las cosas más llamativas de las investigaciones que desarrollamos. Creo que la gente puede tener una idea de cómo se puede extraer el esperma de un caballo, un toro o un perro, pero de un tiburón es completamente diferente.

Al final conseguimos desarrollar diferentes técnicas para conseguir esperma de estos animales. Una de ellas es el masaje abdominal. Los tiburones tienen pterigópodos, una prolongación de la aleta pélvica que es un órgano copulador. Ese órgano entra dentro de la hembra y actúa como vía para que el esperma fluya desde la vesícula seminal del macho a la cloaca de la hembra. Si presionamos alrededor de la vesícula seminal, podemos lograr una eyaculación de esperma y la recuperación del animal es inmediata. El problema de esta técnica es que el esperma fluye al exterior y se contamina por el contacto con la piel.

¿Es posible evitar esa contaminación?

Sí, si queremos esperma de muy buena calidad hay otra vía: la canulación. Se inserta un catéter muy fino dentro de la vesícula seminal, donde se almacena el esperma, y se extrae.

El problema es que hay que conocer bien al animal con el que estás trabajando para no dañarlo. Aquí nos empezamos a dar cuenta del gran desconocimiento sobre estos animales. Cuando empezamos a desarrollar estas técnicas de masaje abdominal y canulación, lo hacíamos con una especie modelo: la pintarroja. Con esta especie lo teníamos muy controlado todo, pero cuando empezamos a extrapolar las técnicas a otras especies, nos dimos cuenta de que la anatomía de otros tiburones y rayas era completamente diferente. Por eso, hemos desarrollado un catálogo de las diferentes estructuras reproductivas de algunas especies de elasmobranquios. Así otros investigadores podrán obtener esperma de la mejor calidad posible.

Catálogo desarrollado en el estudio con la estructura reproductiva de algunas especies de elasmobranquios. Marcado en diferentes colores las estructuras del sistema excretor (amarillo), el digestivo (rojo) y el reproductor (verde). Fuente: García-Salinas, Pablo.

Otro método para obtener esperma es la necropsia. Si un animal muere y no ha pasado mucho tiempo, podemos extraer esperma viable, tanto de machos como de hembras. En tiburones y rayas, al copular, las hembras acumulan el esperma de los machos en el oviducto. Extrayendo esas glándulas de hembras fallecidas, hemos sido capaces de obtener esperma viable. No un gran volumen, pero lo justo para dentro de un tiempo intentar hacer fertilización in vitro en los óvulos de la hembra.

Esta reproducción asistida de la que estamos hablando ya se hace en humanos y tenemos técnicas que funcionan, ¿que gran diferencia hay entre los humanos y los tiburones para que estas técnicas de extracción y preservación no sean aplicables?

Nosotros empezamos aprendiendo y modificando técnicas que ya existen en humanos. Queríamos conservar el mayor tiempo posible los espermatozoides, por lo que había que criopreservarlos. La bibliografía al respecto era muy escasa y los resultados en tiburones siempre negativos. En el caso de las rayas, solo se había logrado en dos especies. 

Proceso de crioprotección de muestras de esperma. Fuente: elaboración propia.

También adaptamos otras metodologías que se usaban para otras especies de peces. La criopreservación sirve para congelar las células a largo plazo sin que el frío extremo las dañe, y que al descongelarlas sigan siendo viables. Los crioprotectores son las sustancias que las protegen, pero en este caso íbamos a ciegas: nunca se había logrado criopreservar con éxito esperma de tiburón, y en rayas solo se había logrado con dos especies. Nosotros lo conseguimos con unas veinte especies de tiburones y rayas.

Esperma de pintarroja (Scyliorhinus canicula) bajo el microscopio de fluorescencia (Nikon Eclipse 80i) a un aumento de x10. Los diferentes colorantes muestran los espermatozoides dañadas (en rojo) y los viables (en verde). Fuente: García-Salinas, Pablo.

En su investigación ha trabajado con diferentes especies, tanto de tiburones como de rayas, entonces en cuanto a los crioprotectores, ¿en todas las especies han sido los mismos o ha visto variaciones entre unas y otras?

Hemos visto muchas variaciones, y hemos ajustado los crioprotectores en función de la especie. Ha sido bastante complejo, pero creemos que hemos encontrado una especie muy interesante que podría descubrirnos el secreto tras la crioprotección del esperma de estos animales. Esta especie es la cañabota (Hexanchus griseus), un tiburón que vive a bastante profundidad, muy poco frecuente en superficie salvo que haya sido pescado accidentalmente. Es un tiburón muy primitivo, y por lo que sea, es capaz de tolerar la crioprotección de una manera sorprendente. Los éxitos que tenemos con esta especie son totalmente disparatados en comparación con el resto de especies con las que hemos trabajado.

Cañabota (Hexanchus griseus). Fuente: Wikipedia.

Nos gustaría seguir trabajando con esta especie a pesar de que es muy difícil tener acceso a ella. Creemos que la cañabota podría ser nuestra pequeña piedra de Rosetta, con la que, entendiendo cómo funciona la criopreservación en este animal, podríamos extrapolarlo a otras especies. 

Parece que estos estudios se han centrado en la obtención de esperma de los machos y la criopreservación de sus células reproductoras, ¿por qué no se ha hecho en hembras?

Porque no sabemos cómo hacerlo. En el mundo de la criopreservación, trabajar con oocitos (los óvulos de las hembras) es muy complejo. Además, los oocitos de los tiburones son células que van desde los dos hasta los diez centímetros de diámetro. Ser capaces de criopreservar tanta masa es muy complejo y no hemos sido capaces de hacerlo. Sin embargo es una de las vías que intentaremos explorar a futuro, porque gracias a eso podríamos hacer fertilizaciones in vitro y desarrollar embriones en pequeños úteros artificiales, pero bueno estamos hablando de dentro de muchos años.

¿Cuáles diría que han sido las mayores dificultades de su investigación?

La mayor dificultad con gran diferencia ha sido la falta de información, que a su vez ha sido lo que nos ha motivado a desarrollar esta investigación. Cada vez que hacíamos algo era la primera vez que se hacía en todo el mundo, y siempre estábamos descubriendo cosas nuevas.

Nos faltaba información sobre los parámetros fisiológicos y reproductivos de los animales, de sus estructuras reproductivas, de la morfología del espermatozoide, de muchísimos aspectos. También se hizo notable la falta de gente con la que hablar de este tema. 

Somos un puñado de gente en todo el mundo que estamos abriendo este camino, es muy frustrante preguntar a alguien y que no sepa cómo ayudarte. En definitiva, la falta de información y de contactos es lo más difícil.

¿En qué instituciones se ha apoyado para sacarla adelante?

Primero en las instituciones como el Oceanografic, donde primero llamamos a la puerta para tener acceso a los animales, y desde el principio estuvieron deseosos de colaborar con nosotros. 

También me apoyó el grupo de investigación donde desarrollamos todo esto, en el instituto de ciencia y tecnología animal de la Universidad Politécnica de Valencia, con el grupo de Acuicultura y Biodiversidad. Es gente que lleva trabajando mucho tiempo con especies comerciales de peces como la dorada y la lubina.

Poder apoyarme en gente que trabaja la reproducción asistida en animales, aunque no sean tiburones y rayas, es lo que ha hecho que no me vuelva loco.

A parte de su motivación para realizar esta investigación, ¿Por qué considera que es importante desarrollar técnicas para la conservación de especies?

Los tiburones y las rayas son el segundo grupo de vertebrados más amenazado del planeta, solo por detrás de los anfibios. Algunas de estas especies (como los peces cuña, los sierra o los peces guitarra) están considerados los peces más amenazados del planeta. 

Ante esta situación, pensamos que el mundo de la acuicultura podría ser una gran ayuda. Las herramientas de reproducción asistida que hemos desarrollado son la última esperanza para muchas especies, pero ojalá nunca las tengamos que utilizar. Si tenemos que ser nosotros los que intenten salvar una especie, alguien ha hecho muy mal las cosas.

Pablo García-Salinas manipulando una raya para la extracción de esperma. Fuente: Emilio Badillo.

Si tienen que llegar a nuestra investigación, es porque todos los esfuerzos de conservación han fallado, y eso es una responsabilidad muy grande. Hay muchas especies, sobre todo de animales terrestres, que se han visto beneficiadas por este tipo de técnicas, desde antílopes hasta tortugas. La reproducción en cautividad y la posterior reintroducción en el medio ha salvado de la extinción a muchas especies, el lince ibérico es el claro ejemplo. Que el panda ya no esté en peligro de extinción, es gracias al esfuerzo que se lleva haciendo desde hace décadas mediante técnicas de reproducción asistida en cautividad, por ello son tan importantes. 

Ojalá no tengamos que usar estas técnicas en tiburones y rayas, pero al menos sabemos que si llega el momento, las herramientas están preparadas y calibradas.

Es todo un consuelo saber que todavía tenemos esta última barrera contra la desaparición total de ciertas especies

Yo a veces creo que es un peligro tener este consuelo. Saber que existe esta última bala puede evitar que se tomen unas medidas de conservación que se deberían haber tomado mucho antes. Porque podemos pensar que siempre podremos “desextinguir” especies, cuando lo mejor es evitar llegar a ese punto. 

Tiene razón, pero también me imagino que a nivel logístico y económico tiene que ser complicado este tipo de proyectos.

Es complejo, pero una de las cosas que teníamos muy clara desde el principio es que todas las técnicas a desarrollar tenían que ser lo más sencillas y baratas posibles. El presupuesto de muchos investigadores es limitado. Por eso evitamos tecnología muy compleja en el desarrollo de estas técnicas, para conseguir que fueran muy fáciles de usar por cualquier persona en cualquier lugar del mundo.

Las técnicas que ha desarrollado resultan esenciales para la biodiversidad. ¿Cuál considera que es el futuro de este estudio?

Nosotros estamos abriendo el camino, hemos logrado criopreservar con éxito esperma de tiburón por primera vez en la historia. A mi me gustaría ir más allá: conocer los daños genéticos que podrían sufrir estas células al congelarlas. 

También sería interesante saber si el éxito de la reproducción asistida es igual que el de la cópula natural. Al final hemos conseguido criopreservar exitosamente el esperma de veinte especies distintas de tiburones y rayas, cuando antes de nuestra investigación sólo se había logrado con dos especies de raya.  

Ahora queremos aplicar estas técnicas en especies en peligro de extinción, aquellas que menos individuos quedan, como los peces sierra. Hay poblaciones muy pequeñas y muy fragmentadas a las que les vendría muy bien tener genética nueva de otras poblaciones para evitar la endogamia.

Con todas estas posibilidades por delante, ¿ha empezado algún proyecto para trabajar con estos animales?, ¿O se plantea más a futuro?

Un poco de todo, la inseminación artificial con esperma es algo con lo que ya estamos trabajando, ahora solo falta ver cual es el desarrollo de los embriones. Además, hay una raya con la que se está desarrollando actualmente un programa de protección y reproducción. Podría tratarse de la raya más amenazada del planeta con menos de 1200 individuos en un estuario de Tasmania. Se trata de la raya maugeana (Dipturus maugeanus), y se está realizando un esfuerzo tanto nacional como internacional para salvar la especie. Una de las vías que se va a explorar, es la de poner en práctica las técnicas de reproducción asistida que hemos desarrollado.