María Blasco | Directora del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas

“LA CIENCIA ESTÁ HECHA MAYORITARIAMENTE POR MUJERES”

Dirige uno de los centros de investigación más importantes en España y, por primera vez desde que volvió a España en 1997, la falta de presupuesto le ha impedido llevar a cabo varios proyectos


Maria Blasco. /CNIO

En 2014 fue incluida dentro de la primera Selección Española de Ciencia, elaborada por la revista QUO. María Blasco Marhuenda (Alicante, 1965), directora del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), tiene claro que España es un país “que importa en el mundo de la investigación”. No obstante, la investigadora lamenta que la actual crisis económica impida “atraer talento y conseguir financiación”.

Pregunta. ¿Cómo ve la situación de la investigación española en relación a la de otros países?

Respuesta. Creo que una de las grandes diferencias entre la investigación en nuestro país y en otros es que su devenir está sujeto a los cambios políticos. En otras partes del mundo, bien sea porque la financiación de la ciencia no se cuestiona, bien porque las instituciones se sustentan gracias a una fuerte inversión privada o a la filantropía, la investigación no sufre tantos vaivenes; tiene mayor estabilidad. Esto tiene que cambiar si queremos que en España se siga haciendo investigación de primer nivel. Todavía no nos terminamos de creer que somos respetados internacionalmente por nuestra ciencia.

“Ahora es más difícil que hace diez años atraer talento o encontrar financiación para un proyecto”

P. Tras una amplia trayectoria en la investigación, ¿qué diferencias más destacables nota desde sus primeros proyectos a los últimos?

R. La crisis ha sido un punto de inflexión. Ha frenado la progresión más o menos constante que vivíamos en España desde finales de los 90, cuando los investigadores que nos habíamos ido fuera tuvimos la oportunidad de regresar a laboratorios que nada tenían que envidiar a los de Estados Unidos, por ejemplo. Tras la crisis y los consabidos recortes –que al CNIO han afectado menos que a otros centros–, hemos perdido momemtum. Aunque España sigue claramente en el mapa y en nuestras instituciones hay grandes investigadores, algunos se plantean ir a otros países y, además, ahora es más difícil que hace diez años atraer talento o encontrar financiación para un proyecto. Por citar algunos números, ha habido una disminución de un 40% en el dinero dedicado para los proyectos de investigación financiados estatalmente. Pero no solo eso, ahora nos afectan unas políticas muy restrictivas de contratación de personal que también nos hacen ser menos competitivos.

P. ¿Ha tenido que abandonar una línea de investigación por falta de presupuesto? ¿Qué le ha supuesto?

R. Sí. Mi grupo ha disminuido de tamaño y hay proyectos que no podemos realizar. Es la primera vez que me pasa desde mi vuelta a España en 1997. Esto es una indicación de lo mal que está la situación.

“España es un país que importa en el mundo de la investigación”

P. Si tuviera enfrente al responsable de dar dinero a su proyecto, ¿qué le diría?, ¿cómo lo convencería de que aquello en lo que quiere investigar merece la pena y es necesario para la sociedad?

R. Por primera vez en nuestra historia, España es un país que importa en el mundo de la investigación y es reconocido como tal internacionalmente. Hay centros e investigadores de élite. Eso es un hito. No solo somos país de vacaciones, somos país que innova y crea productos que son competitivos, y que ayuda a atraer inversión de farmacéuticas extranjeras, etc. Pero esto se está poniendo en peligro por los motivos que he indicado. Hay mucho que perder no financiando la investigación.

La directora del CNIO (segunda a la izq.) con otros investigadores del centro. /CNIO

 

P. La mujer está poco representada en los altos cargos. Según las estadísticas, conforme aumenta la responsabilidad y categoría del puesto, la presencia de la mujer va disminuyendo. ¿Ha tenido que hacer frente a un mayor número de barreras hasta llegar a ser directora del CNIO?

R. La sensación es que a las mujeres se nos examina con lupa, se nos cuestiona más. Y cuanto más arriba en la escala de responsabilidad se esté, este escrutinio es de mayor intensidad. Las barreras a las que se enfrentan las mujeres para avanzar en la carrera profesional están en las estadísticas. Mientras que, en las universidades, las mujeres representan la mitad o algo más de los estudiantes, el porcentaje femenino cae paulatinamente a medida que uno sube por la pirámide laboral. El último informe de Científicas en Cifras es la mejor radiografía. El 79% de los cargos de dirección y cátedras de las universidades públicas están ocupados por hombres y sólo hay tres mujeres rectoras. Esta situación no es elegida sino fruto de las dificultades, barreras y sesgos a los que nos enfrentamos las mujeres a lo largo de nuestra vida.

P. ¿Considera que la profesión investigadora está estereotipada?

R. Sí lo está, tanto o más que cualquier otra profesión. Cuando pensamos en científicos, pensamos en hombres, sin embargo, la ciencia está hecha mayoritariamente por mujeres.

“Es importante que hagamos partícipe a la sociedad de nuestro trabajo”

P. ¿Qué importancia atribuye a la divulgación científica?

R. La divulgación ha ido ganando importancia en los últimos años y hoy en día es uno de los ejes maestros de los planes de programas como el Horizonte 2020. Los índices de excelencia que cada año evalúan a los centros de investigación de todo el mundo también han empezado a incluir las actividades de science outreach y comunicación/divulgación entre los parámetros que valoran. Es decir, ya no sólo es importante lo que investigamos, sino que lo comuniquemos de forma efectiva, que hagamos partícipe a la sociedad de nuestro trabajo. En el CNIO, desde hace años, informamos acerca de las investigaciones más relevantes y realizamos también actividades dirigidas a la comunidad educativa, así como otras actividades de outreach. Actualmente, estamos trabajando en un proyecto para potenciar este aspecto, que para nosotros es vital dentro de nuestra estrategia global de Responsible Research & Innovation (RRI).

P. ¿Qué opinión le merecen las noticias científicas en medios generalistas?

R. Es un fenómeno difícil de controlar y cuanto más se expande internet, mayor es la dificultad. No obstante, la prensa científica, los periodistas especializados, suelen ser rigurosos con la información. Es cierto que a veces te encuentras con titulares ambiguos o directamente falsos, pero no tengo la percepción de que esto ocurra con frecuencia en medios de comunicación profesionales. Por parte de los centros de investigación, nuestra labor es hacer llegar a los periodistas información precisa. Además, nuestro departamento de comunicación siempre está disponible para gestionar entrevistas, hacer aclaraciones o proporcionar material adicional a los periodistas. Somos muy cuidadosos con qué cosas contamos y cómo lo hacemos.

P. ¿Qué propondría para mejorar el nivel de cultura científica de la población española?

R. Hace unos días publicaba la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT) los resultados de su encuesta sobre Percepción Social de la Ciencia. Los datos, aunque mejores que los de pasadas ediciones, reflejan la falta de interés por la ciencia de la mayor parte de los españoles. Muchos aseguran, además, que este desinterés es fruto de su falta de comprensión. Hay datos preocupantes, como que sólo el 55% piensa que la ciencia tiene más beneficios que prejuicios. Lo primero que habría que hacer es mejorar la educación en ciencia. Algo que también ayudaría sería aumentar los espacios dedicados a la ciencia en los medios de comunicación. Por nuestra parte, investigadores y centros de investigación debemos abrirnos a la sociedad en la medida de lo posible. Tender puentes para formar, informar y despertar vocaciones.

P. ¿Cómo ve el futuro de la investigación oncológica y los tratamientos contra el cáncer?

R. Hay muchas esperanzas depositadas en la inmunoterapia. Históricamente, no se le había prestado mucha atención al uso del propio sistema inmune del paciente para combatir el cáncer, pero en los últimos años esta aproximación ha mostrado buenos resultados y seguro que tendrá un importante papel a medio plazo.

La incidencia del cáncer de pulmón en las mujeres ha crecido un 76% en la última década

El Grupo Español de Cáncer de Pulmón revela que los tumores pulmonares aumentan de forma desenfrenada en las mujeres

Ester de la Paz | 03/03/2017

El Grupo Español de Cáncer de Pulmón (GECP) está formado formado  por cerca de 400 especialistas en oncología repartidos a lo largo y ancho del territorio nacional. Desde hace 26  años trabajan de forma cooperativa para avanzar en la curación de uno de los cánceres con la tasa de mortalidad más elevada. En su última reunión, han advertido un dato, cuanto menos, alarmante y peligroso: la incidencia de tener cáncer de pulmón para el género femenino ha crecido de forma desmesurada situándose en un 76%.

El crecimiento de células malignas en el tracto respiratorio da, como resultado principal, cáncer de pulmón. Este puede dividirse en dos tipos, por un lado, el cáncer de pulmón de células pequeñas y, por otro, el de células no pequeñas. En general, el cáncer de pulmón es la principal causa de muerte por tumores malignos.

Tras la publicación de los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), se ha advertido un alarmante crecimiento en la incidencia del cáncer pulmonar en España. Las estadísticas muestran un pequeño incremento en la mortalidad del 2013 al 2014. En el caso de los hombres aumenta un 0,3% la incidencia, mientras que las mujeres se multiplica por casi 25 veces esa cifra, situando el aumento en un 7,4%.

Si estas cifras se analizan en el contexto de la última década se obtienen cifras más alarmantes todavía. La presencia de tumores malignos en los pulmones ha crecido un 76% en el sexo femenino. Esto es debido al aumento de las mujeres fumadoras. Es decir, hasta hace no demasiado tiempo las mujeres estaban en un segundo plano de la sociedad y ciertos aspectos de la vida estaban reservados para hombres (y mujeres valientes que les plantaban cara). Con el paso del tiempo y el empoderamiento de las mujeres, estas empezaron a realizar actividades y tener vicios destinados solo a hombres. Es el aumento de las mujeres fumadores en el último cuarto de siglo lo que deriva en un crecimiento desmesurado de cáncer de pulmón en el género femenino.

En términos generales, sin hacer distinción de géneros, el tabaco causa 1 de 4 muertes en personas adultas de entre 35 y 65 años, lo que supone un total de 51.870 muertes al año. Y, según el GECP, el tabaco provoca el 90% de los cánceres pulmonares.