El trabajo interdisciplinario en agricultura: una solución ante el cambio climático y la hambruna

La viabilidad del campo lleva años en peligro, sin aparentes soluciones sostenibles para todos los actores involucrados. Investigadores de campos como la genética, la microbiología y la Inteligencia Artificial colaboran para buscar respuestas en la propia naturaleza.

Tallos de maíz secos, condado de Monroe, EE.UU.

Según el último informe publicado por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), el modelo de agricultura actual genera aproximadamente un 22% de los gases de efecto invernadero que se emiten a escala global. Al mismo tiempo, es una de las actividades más afectadas por el cambio climático, con una reducción en la producción que se agrava cada vez más. Sin embargo, estas circunstancias han generado una situación de hambruna que se debe afrontar de forma sostenible. Para poder dar frente a una situación de tal complejidad, un grupo interdisciplinar de científicos se está fijando en el funcionamiento de los ecosistemas desde varios ángulos para conseguir soluciones.

Los últimos años han visto un incremento en proyectos de investigación centrados en la búsqueda de métodos para convertir la agricultura en una actividad más sostenible, así como aumentar la resiliencia de los cultivos. Con esta finalidad, diferentes ramas de la comunidad científica han fijado varios objetos de estudio.

Estos diferentes proyectos se realizan en equipos interdisciplinares, ya que combinan el uso de tecnologías como la inteligencia artificial, la secuenciación genética o el análisis microbiológico. Con la finalidad de centralizar el trabajo y aumentar la colaboración, un grupo de científicos creó el consorcio internacional PlantACT! en 2023. El grupo, que celebró su primera conferencia en Dusseldorf el pasado mes de marzo, aboga por la colaboración personal e institucional, y reclama mayores inversiones para combatir el cambio climático y la crisis alimentaria resultante usando las herramientas de la propia naturaleza.

Una de las líneas de investigación más activas se centra en el estudio de las plantas cultivadas en zonas áridas y semiáridas, para aclarar los mecanismos moleculares que lo permiten transmitir este conocimiento a otros cultivos menos resilientes. También ha ganado importancia el estudio del microbioma del suelo, con su capacidad de modular las respuestas al estrés de las plantas cultivadas. Algunos proyectos piloto, como el NTGC AI Project y CLI Mangrove Project, por el profesor Heribert Hirt, pretenden fortificar los suelos, y con ello, mejorar los cultivos, mediante la adaptación del microbioma para las nuevas circunstancias climáticas.

 Este tipo de iniciativas buscan alejarse del aislamiento de cada una de las especialidades científicas, mientras que los profesionales abogan por un sistema abierto, en el que agricultores, responsables políticos y científicos puedan colaborar para dar soluciones al cambio climático y a la hambruna.

ACOSO ESCOLAR, LA EPIDEMIA SILENCIOSA EN LAS AULAS DEL SIGLO XXI

Cada año el acoso escolar causa alrededor de 200.000 suicidios entre jóvenes de 14 a 28 años, según la Organización Mundial de la Salud. El 2 de mayo se celebra el Día Internacional contra el Acoso Escolar o Bullying. Esta fecha fue establecida con el fin de concienciar sobre el riesgo que implica el acoso escolar y subrayar los métodos de lucha disponibles para evitar la violencia en las aulas y el peligro que supone esta auténtica epidemia social para la población infantil y juvenil. En algunos casos, el hostigamiento (amenazas, intimidación, manipulación o agresiones físicas) es de tal magnitud que puede desencadenar el suicidio de la víctima.
En España, el acoso escolar afecta a cerca de uno de cada cinco niños y es la principal causa de suicidio en la infancia y la adolescencia. Según datos del Ministerio de Educación y Formación Profesional (2023) un 9 % de los alumnos de primaria han sufrido acoso escolar o ciberacoso y estudios sobre el acoso escolar y el ciberacoso en España (Fundación Colacao, 2023), muestran que la relación del bullying y el suicidio es muy alarmante: el 20% de víctimas de acoso escolar declaran haber intentado quitarse la vida alguna vez.


Aunque un cierto maltrato en las aulas entre la población infantil y juvenil ha existido desde siempre, en los últimos años este problema se ha agravado, especialmente por la irrupción de las redes sociales. Se considera acoso escolar a cualquier forma de maltrato psicológico, verbal, físico o social producido entre estudiantes, tanto en el aula, como a través de las redes sociales. En este caso hablamos de ciberacoso, que se caracteriza por una actuación reiterada encaminada a conseguir la intimidación de la víctima, mediante el abuso de poder ejercido por un agresor o grupo de agresores más fuertes (ya sea esta fortaleza real o percibida subjetivamente por la víctima).
Según la Asociación Española para la Prevención del Acoso Escolar, el proceso de acoso escolar suele desencadenarse cuando alguien se convierte en el foco de atención del resto del grupo (por su aspecto, carácter, comportamiento, por alguna diversidad funcional, resultados académicos, etc.) y otro compañero o compañeros le maltratan física o psicológicamente. Contrariamente a lo que se piensa, cualquier niño o adolescente puede ser víctima de acoso escolar. Según la AEPAE, los protagonistas del acoso escolar suelen ser niños y niñas que están entrando en la adolescencia: las niñas suelen ser más víctimas de violencia psicológica, mientras que los niños suelen sufrir más la violencia física.


Algunas señales que deben hacernos sospechar que un niño o adolescente está sufriendo acoso escolar son: cambios repentinos de humor, menor rendimiento escolar, problemas para dormir, somatización (dolores de cabeza o estómago), aislamiento social, baja autoestima, ausencias reiteradas de las clases, etc.
Entre las secuelas psicológicas en las víctimas destaca el terror que experimenta la persona acosada ante la idea de asistir a la escuela o que se muestre nerviosa, triste y solitaria en su vida cotidiana.
Por su parte, el ciberacoso, basado en la distribución de grabaciones ofensivas hacía la víctima, puede amplificar el acoso escolar de manera exponencial. La víctima ya no solo es acosada en el horario escolar. La irrupción de las redes sociales (Twitter, Facebook, Instagram y WhatsApp entre otras) ha logrado que la tortura cotidiana que se limitaba al horario escolar se extienda las 24 horas del día, los siete días de la semana. Como nos recuerda dramáticamente la ONG Internacional Bullying Sin Fronteras en su web: «Ya no hay cumpleaños, ni Navidad, ni Año Nuevo. No hay día de fiesta o de alegría en el hogar que no pueda ser empañado o destruido por el ciberbullying”.
A pesar de los numerosos protocolos de actuación, el sistema educativo sigue generando en no pocas ocasiones absoluta indefensión en las víctimas y en sus familias. Según la AEPAE, es muy necesario que sepamos cómo actuar. Hay que trabajar la comunicación con los niños y adolescentes, enseñar pautas de actuación frente al acoso y valorar la asistencia sanitaria, física o psicológica si es necesario. Hay que informar de dónde acudir o con quién hablar si se circunstancia (teléfono gratuito contra el acoso escolar: 900 01 80 18).
El acoso escolar, concluye la Asociación Española para la Prevención de Acoso Escolar, no son “cosas de niños”. Las burlas, exclusiones o agresiones a las que se ven sometidas las víctimas son algo muy serio que pueden marcar a un niño para toda la vida, e incluso inducirle al suicidio. Acabar con el bullying es una tarea que nos compete a todos, consideran desde AEPAE, y requiere del esfuerzo y la participación de personal docente y directivo de los centros educativos, familias, tanto de los acosadores como de las víctimas, y por supuesto, la concienciación de los observadores, esos que legitiman el acoso con su silencio pasivo siendo testigos de esta terrible situación sin intervenir.

Fuentes:
• Ministerio de Educación y Formación Profesional. Estudio estatal sobre la convivencia escolar en centros de educación primaria. Desde las perspectivas de alumnado, profesorado, estructuras de orientación, equipos directivos y familias. https://www.educacionfpydeportes.gob.es/dam/jcr:f3070940-540d-4ea9-b85a-8f9fcc301c1b/estudio-estatal-sobre-la-convivencia-escolar-en-centros-de-educacion-primaria-vf.pdf
• Fundación ColaCao y Universidad Complutense de Madrid. I Estudio sobre el acoso escolar y el ciberacoso en España en la infancia y la adolescencia. https://fundacioncolacao.org/files/investigacion/NP_ESTUDIO_BULLYING_FUNDCOLACAO_UCM.pdf
• ONG Bullying sin fronteras. Estadísticas mundiales de bullying. 2022/2023. https://bullyingsinfronteras.blogspot.com/2016/11/estadisticas-de-acoso-escolar-o.html
• Asociación Española para la Prevención del Acoso Escolar. https://aepae.es/

Un equipo científico recrea el accidente de Chernóbil en el laboratorio para estudiar el efecto de la radiación en anfibios

Uno de los objetivos es comprobar si la melanina es un factor protector contra la radiación

El investigador Pablo Burraco, en una de las cámaras climáticas de la Estación Biológica de Doñana donde está desarrollando uno de los experimentos. Foto: Sandra Ragel

El 26 de abril de 1986 el reactor 4 de la central nuclear de Chernóbil explotó de forma accidental causando la mayor liberación de material reactivo de la historia. 38 años después el área de Chernóbil se ha convertido en un excelente laboratorio natural para estudiar cómo afecta la radiación a la fauna y flora e investigar cómo las especies recolonizan territorios abandonados por el ser humano. En esta línea trabaja desde hace ocho años un equipo científico de la Universidad de Oviedo y la Estación Biológica de Doñana. Hoy, mientras la guerra les imposibilita el regreso a Chernóbil para seguir desarrollando sus investigaciones, los científicos han puesto en marcha una serie de experimentos para recrear el accidente y estudiar cómo afecta la radiación a los anfibios.

“Los anfibios son un buen modelo de estudio para este tipo de investigaciones. Están expuestos tanto a ambientes acuáticos como terrestres y se desplazan poco, por lo que su exposición a la radiación suele ser más estable”, aclara Pablo Burraco, investigador de la Estación Biológica de Doñana – CSIC. El científico se encuentra dirigiendo el primero de los experimentos en los laboratorios de su centro de investigación, ubicado en la Isla de la Cartuja en Sevilla. El objetivo es simular un accidente nuclear para comprobar si la melanina es un factor de protección contra la radiación, algo que ya sugerían los estudios observacionales que estaban realizando en Chernóbil, antes de que la pandemia frenara sus proyectos.

Gran parte del trabajo de campo que llevaban a cabo en Chernóbil lo realizaban de noche, cuando las ranas eran fáciles de localizar por su canto // Foto cedida

En 2016, el investigador Germán Orizaola de la Universidad de Oviedo inició un estudio para investigar el efecto de la radioactividad en la rana arborícora oriental (Hyla orientalis). Al año siguiente se le uniría el investigador Pablo Burraco. Tras tres años de muestreo exhaustivo en Chernóbil, los resultados parecían indicar que la radiación apenas tenía efectos aparentes en las ranas, excepto en una sola cosa: su coloración. Las que vivían en la Zona de Exclusión, el área que fue evacuada tras el desastre, tenían un tono más oscuro que las que vivían fuera de él. Algunas incluso tenían una coloración completamente negra, en contraposición con el verde brillante que suele presentar esta especie.

 “Los resultados sugerían que la melanina los había protegido de la radiación ionizante, la que se libera en un accidente nuclear, de una forma similar que cuando nos protege de la radiación ultravioleta”, explica Germán Orizaola. La selección natural debió haber actuado de forma implacable tras la explosión nuclear, haciendo que las ranas más oscuras sobrevivieran en una proporción mayor que las que presentaban coloraciones más verdes. 

Gradiente de coloración de la rana de estudio en el norte de Ucrania. Foto: Germán Orizaola y Pablo Burraco. Cedida

Recreando un accidente nuclear

El estudio había sido puramente observacional. Habían encontrado una correlación que sugería que la melanina era un factor de protección, pero no lo demostraba. Para hacerlo, decidieron reproducir el accidente nuclear en condiciones controladas, algo que podían hacer en laboratorios lejos de Chernóbil bajo el estricto cumplimiento de las normativas europeas.

Lo primero que hizo el investigador Pablo Burraco para iniciar el experimento fue colocar las larvas de una misma puesta de sapo de espuelas (Pelobates cultripes), muy abundante en Doñana, en cubos blancos y negros. Se sabe que, al igual que muchos otros anfibios y reptiles, las larvas de esta especie tienen una gran capacidad plástica y son capaces de cambiar el color de su piel en función del ambiente. De este modo, haría que algunos sapos fueran más oscuros y otros más claros. Con la colaboración del Centro Nacional de Aceleradores, las larvas fueron sometidas a distintos niveles de radiación durante un corto periodo de tiempo. 

Los investigadores Pablo Burraco y Germán Orizaola en Stirling (Escocia), donde han iniciado un experimento para investigar cómo afecta la radiación al desarrollo larvario de las ranas del género Xenopus // Foto: Germán Orizaola. Cedida

“Las dosis no eran letales por lo que, en un primer momento, no detectamos diferencias de mortalidad relacionadas con la coloración”, explica Pablo Burraco. El experimento ya dura más de un año y durante este tiempo, los sapos se han mantenido en cámaras climáticas bajo condiciones muy controladas para evitar la incidencia de otros factores. “De momento tienen muy buen aspecto y prácticamente no hay diferencias de tamaño, pero algo está empezando a pasar dentro de ellos. Estamos empezando a ver diferencias en la mortalidad”, asegura el investigador. Habrá que esperar unos meses más para obtener los resultados definitivos.

Recientemente el equipo ha iniciado otro experimento en esta línea, esta vez con ranas del género Xenopus. El experimento se ha realizado en la Universidad de Stirling en Escocia con la financiación del Consejo de Seguridad Nacional. En este caso, la exposición a la radiación es de más baja intensidad, pero más prolongada en el tiempo y simula los distintos gradientes de radiación que existen en Chernóbil en la actualidad. “Con este experimento queremos ver qué ocurre si las ranas están expuestas a la radiación durante todo el desarrollo embrionario”, explica Pablo Burraco. Los investigadores estudiarán los efectos de la radioactividad en la supervivencia, la fisiología y la morfología de las ranas.

Chernóbil, 38 años después

 “Chernóbil no es lo que aparece en los documentales”, afirma, contundente, Germán Orizaola. “Se ha convertido en un refugio de fauna espectacular”. Tras el accidente nuclear, en torno a la central de Chernóbil se creó una Zona de Exclusión de 4700 km2 que se ha transformado, tras varias décadas sin apenas presencia humana, en todo un vergel de biodiversidad donde lobos, osos, linces boreales e incluso caballos salvajes como los de Przewalski campan a sus anchas.

En el horizonte, el “sarcófago” de acero que cubre el reactor 4 de la estación nuclear de Chernóbil. // Foto: Germán Orizaola. Cedida

 “Tenemos parques nacionales como Doñana o Picos de Europa que deberíamos dejar sólo para la conservación. No hace falta montar ni excursiones ni carreteras”, asegura Orizaola. La explosión de la central nuclear Chernóbil fue uno de los accidentes más peligrosos de la historia de la humanidad. 38 años después, una vez que los niveles de radiación han descendido, el área se ha convertido en un laboratorio natural perfecto para entender qué ocurre cuando el ser humano se retira de un territorio. A veces la mejor solución para conservar la naturaleza es simplemente, según el investigador, no molestarla.

Trabajando con el caballo de Przewalski

Otro de los proyectos que el equipo científico tenía planeado desarrollar en Chernóbil tenía que ver con el estudio de los procesos de recolonización del caballo de Przewalski. Esta raza equina llegó a tener tan sólo 12 individuos en cautividad, pero hoy, gracias a distintos programas de conservación, varios centenares viven en libertad en distintas zonas de Europa y Asia. En 1998, se introdujeron algunos individuos en Chernóbil y la población ha crecido hasta alcanzar alrededor de 200 ejemplares.

Mientras las condiciones de seguridad no sean idóneas para volver a Chernóbil, el equipo ha decidido comenzar investigando con la población que existe en Burgos, reintroducida recientemente dentro del proyecto Paleolítico Vivo. El objetivo es empezar a investigar a nivel genómico y desarrollar metodologías que puedan ser usadas posteriormente en Chernóbil para estudiar los procesos de renaturalización del caballo de Przewalski y también el efecto de la radiación sobre ellos, más similares a los seres humanos que los anfibios.

¡Cáncer de páncreas, tiembla! Dos nuevos métodos para poner en jaque el curso de la enfermedad.

Científicos españoles, liderados por el Dr. Mariano Barbacid, logran la regresión completa de tumores pancreáticos en modelos animales, un hito sin precedentes en la investigación de esta enfermedad.

El cáncer de páncreas sigue siendo uno de los tumores más mortales, con un diagnóstico tardío y una baja tasa de supervivencia. Sin embargo, dos importantes avances del Dr. Mariano Barbacid, jefe del Grupo AXA-CNIO de Oncología Experimental, podrían cambiar el panorama de esta enfermedad.

La detección temprana es crucial para mejorar el pronóstico del cáncer de páncreas. La mayoría de los pacientes no presentan síntomas hasta que la enfermedad está en un estado avanzado, cuando las opciones de tratamiento son limitadas y las tasas de supervivencia son bajas. Para abordar este problema, el Dr. Barbacid y su equipo han desarrollado Panc-SEEK, una prueba de sangre que ha demostrado una precisión del 90% en la detección del cáncer de páncreas en sus etapas I y II.

Etapas del cáncer de páncreas. Fuente: Médica Sur

Panc-SEEK representa un salto cualitativo en la detección temprana, pues a diferencia de las técnicas tradicionales como la tomografía computarizada o la resonancia magnética, es un método no invasivo, de bajo costo y con un alto grado de precisión.

Sin embargo, los avances del Dr. Barbacid van más allá de la detección temprana. Su equipo ha logrado un hito sin precedentes: la regresión completa de tumores pancreáticos avanzados en modelos animales. Utilizando modelos de ratón genéticamente modificados, han descubierto que la eliminación simultánea de las proteínas EGFR y c-RAF induce la remisión completa del tumor en un alto porcentaje de casos.

Este hallazgo es especialmente significativo porque se ha obtenido en modelos que imitan fielmente la evolución del cáncer de páncreas en humanos. Además, la terapia combinada contra EGFR y c-RAF ha demostrado ser eficaz en 9 de cada 10 sujetos, lo que la convierte en una candidata prometedora para futuros ensayos clínicos.

Sin embargo, aún hay algunos retos que superar antes de que estos avances puedan ser aplicados en la clínica. Se necesitan nuevos fármacos que bloqueen las dianas moléculas c-RAF para reproducir farmacológicamente los resultados obtenidos en animales. Además, los tumores de páncreas son diversos, hecho que exige el desarrollo de estrategias personalizadas para combatir aquellos tumores que no responden a la terapia combinada.

A pesar de estos desafíos, el trabajo del Dr. Barbacid y su equipo representa un paso adelante significativo en la lucha contra el cáncer de páncreas:

«El cáncer de páncreas es una enfermedad muy agresiva, pero si se detecta en sus primeras etapas, las posibilidades de supervivencia son mucho mayores. Estos nuevos métodos podrían ayudar a detectar y tratar el cáncer de páncreas en una etapa más temprana, cuando es más fácil de curar», afirmó el Dr. Barbacid.

La detección temprana con Panc-SEEK y la terapia combinada contra EGFR y c-RAF podrían marcar un antes y un después en el tratamiento de esta enfermedad, mejorando la calidad de vida de miles de pacientes. Estos avances no solo son un motivo de esperanza para los pacientes con cáncer de páncreas, sino que también representan un hito en la investigación oncológica. El trabajo del Dr. Barbacid y su equipo es un ejemplo de la excelencia científica española y un símbolo del compromiso con la búsqueda de soluciones a uno de los mayores desafíos de la salud global.

La gran evasión: Tortugas marinas colonizan playas españolas

Las altas temperaturas como consecuencia del cambio climático obligan a las tortugas bobas (Caretta caretta) a modificar sus hábitos de nidificación en el mar Mediterráneo

Los efectos del cambio climático se hacen cada vez más evidentes, tanto en ecosistemas terrestres como en los marinos. Los nuevos comportamientos de las poblaciones de tortuga boba (Caretta caretta) son un claro ejemplo de ello. Debido a las altas temperaturas derivadas del cambio climático, estos animales están abandonando las costas orientales del Mediterráneo donde históricamente ponían sus huevos. Actualmente, se está observando una nueva tendencia a colonizar las playas occidentales de la cuenca mediterránea para sus nidos. 

Los resultados del estudio realizado por el equipo de Chiara Mancino en 2022 indican que el calentamiento del mar favorecerá la colonización del Mediterráneo occidental durante las siguientes décadas. Mientras tanto, las áreas de nidificación del Mediterráneo oriental se vuelven demasiado calientes.

Las tortugas marinas han sobrevivido drásticos cambios climáticos los últimos 110 millones de años. Por ello, sus mecanismos de dispersión han sido eficaces a lo largo de la evolución. Sin embargo, aún queda por ver si estos mecanismos son lo suficientemente rápidos contra el rápido cambio climático actual.

A pesar de ello, aún hay esperanza. Este tipo de estudios proporcionan una imagen clara de la distribución de la especie. Estos datos deben guiar los esfuerzos de gestión y conservación internacionales. Tal y como indica el estudio “varias acciones potenciales de conservación e investigación pueden considerarse a la luz de nuestros resultados”. En la cuenca del Mediterráneo, la patrulla activa de playas y el control de nidos son esenciales para reducir la mortalidad de las crías.

EL CAMBIO CLIMÁTICO EN EL MEDITERRÁNEO

Según el estudio de Emma C. Underwood, la cuenca del Mediterráneo, que incluye tanto el mar como las costas que lo delimitan, es una de las regiones más vulnerables del mundo. Se ve fuertemente afectada por cambios provocados por el ser humano. Como indica Vogiatzakis en su estudio de 2005, la urbanización y el desarrollo turístico invaden las costas con edificios e infraestructuras. Las actividades humanas, el cambio climático y la sobrepesca amenazan la biodiversidad del Mar Mediterráneo más que cualquier otro mar u océano.

Las elevadas temperaturas derivadas del cambio climático se han convertido en un gran desafío para muchos animales marinos, especialmente para aquellos que migran largas distancias como las tortugas bobas (Caretta caretta).

EN BUSCA DE NUEVOS TERRITORIOS

En el estudio realizado por el equipo de Chiara Mancino en 2022 se recopiló información sobre las zonas de nidificación de las tortugas desde los años 60 hasta 2020. En total, se registraron 666 nidos de tortuga boba en la cuenca del Mediterráneo en el periodo de 57 años.

Históricamente, las tortugas marinas estaban limitadas al este del Mediterráneo. La mayoría de los nidos en los últimos 50 años se han registrado en el Mar Levantino, ocupando las costas de Turquía y Siria. En la década de 1960, los nidos estaban concentrados en el Mar Egeo y el Mar Levantino.

Ubicaciones de anidación de Caretta caretta en la cuenca mediterránea desde 1963 hasta 2020. Por: Chiara Mancino et. al.

Ya en la década de 1970, el desplazamiento hacia el oeste fue evidente, con los nidos ocupando el Mar Egeo y el Mar Levantino, además del Mar Jónico y el Plateau Tunecino (mostrados en las imágenes). Esta tendencia se ha seguido en los últimos años. En la última década (2010-2020), se ha hecho notable el desplazamiento hacia el sur de las costas sicilianas. En conclusión, se observa un desplazamiento de 1298 km al oeste de la ubicación original.

Centros de gravedad por décadas de los nidos de tortugas bobas. Desde la década de 1960 hasta 2020 en el Mar Mediterráneo. Por: Chiara Mancino et. al.

¿YO QUÉ PUEDO HACER?

La acción ciudadana desempeña un papel fundamental en la conservación de las tortugas bobas en España. Actualmente, uno de los mayores retos al que se enfrentan las tortugas bobas es al desconocimiento popular. Hasta esta década, era poco común que las tortugas marinas anidasen en costas españolas. Esto ha cambiado, pero gran parte de la ciudadanía aún no lo sabe. Este desconocimiento supone un grave peligro para las tortugas, por eso, uno de los primeros pasos para su conservación son las acciones de sensibilización medioambiental.

LA TORTUGA BOBA

Tortuga boba (Caretta caretta).

La tortuga boba (Caretta caretta) es la especie de tortuga marina más abundante del mar mediterráneo, y la más común en costas españolas. Al igual que las otras 6 especies de tortugas marinas, se encuentra bajo cierto grado de amenaza según la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza). Esta especie está protegida en España tal y como indica la estrategia del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.

En su época de reproducción (de mayo a junio) las tortugas marinas abandonan su medio acuático para depositar sus huevos en nidos que cavan en la arena de las costas.

¿Qué hago si veo una tortuga marina?

La nidificación de las tortugas marinas es un evento que ocurre durante la noche durante los meses de mayo a julio. La hembra abandona el medio marino para adentrarse en las playas. Este proceso suele durar 1 o 2 horas. Una vez finalizado, la tortuga regresa al mar. Es muy importante no molestarla durante este proceso. Si tienes la suerte de presenciarlo, recuerda cómo actuar:

  • Llama al 112.
  • No toques ni molestes al animal.
  • Evita las fotos con flash y la iluminación artificial.
  • Mantén una distancia mínima de 30 metros.

Llamando al 112 se activa el protocolo de la Red de Varamientos. Este procedimiento es esencial en caso de encontrarse con una tortuga marina, su rastro o su nido. De esta forma, los expertos de la región podrán hacerse cargo del animal. La colaboración de todos es esencial para proteger a estos animales.

Protocolo de actuación en caso de avistar un varamiento.

¿QUÉ ES EL CAMBIO CLIMÁTICO?

Según las Naciones Unidas, el cambio climático se refiere a los cambios a largo plazo de las temperaturas y los patrones del clima. El cambio climático actual se distingue por su gran rapidez y magnitud.  

Este fenómeno está causado por el aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero, como el dióxido de carbono y el metano. Son consecuencia de numerosas actividades humanas, como la quema de combustibles fósiles, la deforestación y la producción agrícola. Estos gases actúan como una manta alrededor de la Tierra, atrapando el calor del sol y elevando las temperaturas. Estos cambios tienen impactos significativos en la biodiversidad, la salud pública y la economía global.

Bea Carretero Delgado, delegada en HealthCare: “Una buena rutina de higiene íntima es esencial para la salud femenina”

 El laboratorio Cumlauden Lub lanza un nuevo complemento alimenticio para mejorar los problemas de la microbiota vaginal

En honor al Día Internacional de la Mujer, celebrado cada 8 de marzo, la Farmacia L’españoleto, ubicada en la ciudad valenciana de Xàtiva, se convirtió en el escenario de una charla dirigida a mujeres adultas. En esta sesión, realizada el pasado 23 de febrero, la experta Bea Carretero Delgado enfatizó la importancia crucial de crear una rutina de higiene íntima para mejorar la salud de las mujeres. Así como resaltó los principales cuidados con el  enfoque vital de este evento centrado en el empoderamiento y el bienestar femenino, de la mano del laboratorio Cumlauden Lab.

Bea Carretero Delgado hablando sobre higiene íntima y cuidados | Imagen propia

La experta Bea Carretero Delgado, especializada en salud íntima, compartió conocimientos bajo el lema: «Tener una buena rutina de higiene íntima es lo más importante». Enfatizó la relevancia de adoptar prácticas adecuadas para prevenir problemas como la sequedad, que pueden desencadenar molestias como picores y heridas internas. Carretero destacó: «Los médicos suelen confundir la sequedad vaginal con enfermedades vaginales como la Candidiasis», lo que puede provocar diagnósticos erróneos y tratamientos inadecuados.

Carretero advirtió sobre el uso de jabones con un pH inapropiado para la zona íntima, recomendando el empleo de productos con pH neutro para evitar la sequedad y los picores, y mejorar la calidad de las relaciones sexuales. También hizo hincapié en el uso de la ropa interior, sugiriendo el cambio frecuente de prendas para prevenir posibles infecciones. Asimismo, explicó diversas formas de cuidar la zona íntima, tanto externa como internamente, mediante productos específicos como óvulos y limpiadores internos que evitan rojez, sequedad o picor.

En cuanto a la alimentación, el laboratorio Cumlauden ha desarrollado recientemente un probiótico innovador beneficioso para la microbiota vaginal e intestinal. Este probiótico refuerza la microbiota ante posibles desequilibrios, estimulando el crecimiento de bacterias como los lactobacilos, lo que aumenta las defensas de la vagina. Además, posee propiedades hidratantes y antiinflamatorias que benefician el desarrollo de la microbiota.

Ana López, asistente al evento, compartió su experiencia sobre la importancia de los probióticos para equilibrar la microbiota vaginal. «Tengo picores al orinar, incluso no tengo ovario, me lo quitaron hace 20 años. Me aconsejaron seguir una buena dieta, pero recientemente descubrí que tengo la microbiota alterada. Empecé a tomar probióticos y he mejorado notablemente», relató López.

Además de la higiene y la alimentación, se abordó el tema de la menopausia y la importancia de la nutrición y los suplementos alimenticios para aliviar síntomas como los sofocos, mejorar el estado de ánimo y conciliar el sueño.

Durante el evento, se resaltó la importancia de instruir a las mujeres jóvenes acerca del cuidado del suelo pélvico desde una edad temprana, con el propósito de que lleguen a la adultez con conocimientos esenciales. Se trató el tema del período posparto y la incontinencia urinaria como una preocupación común entre las mujeres, destacando que puede ser eficazmente gestionada mediante la práctica de ejercicios específicos. Bea Carretero enfatizó la relevancia de realizar actividades como el Pilates, que fortalece suavemente los músculos pélvicos y mejora la postura. Además, mencionó los beneficios de los ejercicios de Kegel, que ofrecen una solución práctica y accesible. Y añadió: «Estas medidas preventivas no solo contribuyen a prevenir la incontinencia urinaria, sino que también permiten disfrutar plenamente de la maternidad sin restricciones».

También en el ámbito educacional, se hizo un llamado a mejorar la educación en salud íntima y a prestar mayor atención y concienciación en torno a este aspecto vital de la salud de la mujer, cultivando en las mujeres una conciencia mucho más positiva sobre su cuerpo y erradicando frases como: “Mi madre me dijo que tener sequedad vaginal es lo normal” o “La regla es un tabú”.

En esta actividad, Carretero expresó: «El diálogo acerca de la salud íntima femenina es crucial, como evidencia el lamentable caso de la falta de atención en la historia». Por otro lado, Ana López expresó su agradecimiento a la farmacia por organizar este evento y resaltar la importancia de que tanto mujeres como hombres aborden estos temas, se eduquen y reconozcan la relevancia de la salud íntima en todos los aspectos de la vida de la mujer, ya sea social, personal, profesional o sexual.

Juan Sebastián Jara: “la función que más desean recuperar las personas con tetraplejia es la movilidad de las manos”

Según el Centro Nacional de Estadística de Estados Unidos, anualmente aparecen alrededor de 12.000 nuevos casos de lesiones medulares, cuyos pacientes ven afectada su calidad de vida. El Doctor en Neurociencias Juan Sebastián Jara se encuentra en el Instituto Burke en Nueva York trabajando en el desarrollo de una técnica que permita a los pacientes con este tipo de lesión recuperar la movilidad de la mano.

¿Cómo ha sido el camino para pasar de la Pontificia Universidad Católica de Chile al Instituto Neurológico Burke en Nueva York?

Comienzo en la Universidad Católica de Chile estudiando la licenciatura en biología y hay semestres en los que tenemos que pasar por un laboratorio y en el que se va adquiriendo experiencia de como se hace ciencias, y yo me metí en un laboratorio de neurociencias en palabras más grandes de la plasticidad neuronal y qué le pasa a los axones que son estas proyecciones de las neuronas que permiten comunicarse entre ellas y con otros objetivos o blancos como los músculos y ahí comenzó mi experiencia en el laboratorio por cumplir los créditos de la universidad y me hizo clic y me sentí cómodo haciendo esto y el profesor Felipe Court nos guiaba a cómo descifrar un puzzle qué puede darle explicación a este problema, eso fue interesante y me gustó el área de plasticidad axonal, qué pasa con los axones en un evento tóxico y cómo se van degenerando los axones. Tenía pensado seguir investigando y el siguiente paso al salir de la universidad como biólogo era hacer el doctorado y estuve averiguando lugares y me interesó un lugar que estaba en Francia, quería tener la experiencia de cómo se hace ciencias en otro lugar entonces busqué distintos lugares contacté a muchas personas envíe más de 1000 emails y me respondieron 10, fue mucho trabajo y de los email que me respondieron habían 3 profesoras que estaban interesadas y una me gustó bastante que seguía la línea de la plasticidad axonal. Me voy a hacer mi doctorado en Francia París a estudiar cómo estas conexiones de los axones de las neuronas se modifican cuando hay una lesión y cómo nuestro organismo es capaz de compensar ante estas lesiones, esto encajaba muy bien con lo que hice en el pregrado. Mi motivación en un principio fue saber cómo funcionan las neuronas, qué pasa frente a patologías y después también qué podemos hacer con este conocimiento, la idea es hacerlo aplicado y utilizar este conocimiento para resolver algún problema. Después me fui a Nueva York y encontré un laboratorio que seguía trabajando con la plasticidad axonal pero en la lesión de la médula.

Tenemos nuestro sistema nervioso central que es el cerebro que está conectado con la médula espinal y cuando recibe un daño las conexiones entre las neuronas se cortan y ese es el gran problema hoy este tipo de lesiones en el sistema nervioso central no se pueden reparar no se puede volver al punto de inicio de cómo estaban esas conexiones, eso es clave porque si sufrimos un daño en el cerebro o en la médula vamos a perder la función sí o sí, entonces lo que buscamos es tener alternativas que compensen la pérdida porque no hay ninguna terapia ya que el sistema es súper complejo de reparar y sobre todo nos interesa recuperar la función de la mano después del daño de la médula.

¿Cómo es hacer ciencia fuera de Chile?

Ha sido interesante el proceso ya que nunca pensé ir a estos lugares en un comienzo y llegué por circunstancias de la vida cuando llegué a Francia encontré que el nivel era bueno me sentí súper capacitado para trabajar de manera súper independiente yo creo que el nivel de formación en Chile es súper bueno por ejemplo en el primer año de universidad como doctorando nuestro nivel de cómo pensar la ciencia de cómo generar ideas y de cómo trabajar los proyectos era bastante potente ahora la diferencia entre Francia y Chile, es el acceso a más cosas y eso es normal porque es un país que tiene más recursos para ciencia y tecnología.

En Estados Unidos los recursos son mucho más que en Europa actualmente los recursos que tengo para investigar son superiores a los que tenía en Francia y es muy distinto para lo que hay en Chile pero más que los recursos el disponer de ellos te permite generar ideas más grandes lo cual lleva que el trabajo sea muy similar en tiempo y eso demostrarlo demora años por lo cual veo que los tiempos son bastante similares como en Chile, los recursos son más limitados tú te diriges a un solo proyecto y te enfocas solo en ese proyecto en cambio acá como hay tantos recursos te enfocas en muchas cosas, desde mi experiencia acá en Estados Unidos he tenido la mayor cantidad de recursos y más acceso para realizar mi trabajo ahora eso tampoco asegura tener miles de descubrimientos a diario. Además, acá es mucho más competitivo ya que todos quieren resaltar con sus ideas, pero también hay bastante colaboración al igual que en Francia. Acá también se ve mucho el aporte de particulares para desarrollar ciencia. Por ejemplo, yo trabajo en un instituto privado sin fines de lucro que no está vinculado directamente a la universidad, pero si está asociado.

He visto que la mayor parte de su trabajo se centra en buscar una cura para el daño del sistema nervioso central ¿Cuál es su motivación para toma esta línea de trabajo?

Poder tener conocimiento sobre las cosas y con ello ayudar a personas que padezcan algunas enfermedades y en esa época mi abuelo tenía Alzheimer y eso me motivó en parte a elegir esta área y estudiar la enfermedad e intentar buscar alguna terapia, esa fue mi motivación inicial después me fui de forma circunstancial para la conectividad entre neuronas y los daños y entender qué pasa cuando se desconecta el circuito y el daño de médula que es uno de los más potentes en el área al igual que los infartos cerebrales y ahora también las lesiones periféricas.

La ciencia nace de la búsqueda de respuesta frente a preguntas que nos planteamos, ¿Qué preguntas actualmente están dirigiendo su trabajo?

Si hablamos de sistema nervioso tenemos el central que cuando el circuito se corta, es decir, la conexión entre neuronas o con su blancos se rompe el sistema no tiene capacidad de repararlo como estaba inicialmente entonces tiene procesos que son compensatorios, luego tenemos el sistema nervioso periférico que tiene nervios que van a las extremidades, los brazos y las piernas, por esos nervios viajan estos axones de los que hablaba al comienzo y que van a inervar distintas partes de nuestras extremidades y este sistema cuando sufre un daño sí puede tener la capacidad de recuperarse parcialmente a un nivel de cómo estaba inicialmente entonces estoy intentando de mezclar los 2 conocimientos para poder ver si pueden hacer terapéuticos en un futuro.

La pregunta en estos últimos 5 años es ver cómo una persona que sufrió daño medular pueda volver a recuperar la función perdida. Cuando tú tienes el daño en la médula depende del lugar la funcionalidad que pierde, el lugar más típico de daño ocurre en la zona alta a la altura de la región cervical por lo que la persona va a terminar con tetraplejia con lo que no vas a poder mover ni las manos ni los pies, nuestro proyecto se basa en una encuesta que se realizado hace años atrás en la cual la gente afirma que la función que más desean recuperar es la movilidad de las manos y básicamente porque ellos cuando pierden su función motora y sensorial necesitan depender de otras personas incluso para alimentarse.  Esa fue la pregunta clave de nuestro proyecto.  

Nosotros trabajamos con modelos animales y con modelos humanos clínicos entonces hay un proyecto de un neurocirujano que desarrollo una cirugía para volver a recuperar la función de la mano en personas que sufrieron daño en la médula a nivel cervical, cuando tú cortas un axón este se daña y se regenera inervando nuevamente los blancos como los músculos, pero eso pasa sólo en el periférico.  Este neurocirujano hizo todo un sistema como un bypass, básicamente cuando tú tienes un daño en la médula a cierta altura lo que esta abajo deja de recibir información, lo que hace este cirujano es tomar un nervio periferia que está arriba del daño de médula lo corta y lo conecta a otro nervio que está debajo del daño medular que ya no recibe información del central por ejemplo si estamos hablando del brazo o en la mano los nervios que controlan la mano están más abajo que los nervios que controlan el hombro por lo que si tú recibes un daño a nivel de los nervios de la mano aún se va a recibir información para los músculos del brazo y del hombro, entonces este neurocirujano corta los nervios funcionales y los pasa a la mano, y como el periférico tiene la posibilidad de regenerarse con el paso del tiempo estos axones vuelven a crecer y van a inervar los músculos cuyos nervios estaban dañados.

Y con esto surge otra pregunta de investigación que es ¿Qué factores hacen que el sistema nervioso periférico se regenere y no el central?  Y con eso podríamos activar una regeneración completa del sistema nervioso.

“el axón va a regenerar alrededor de 1 mm diario”

Las últimas publicaciones han sido de reparación neuronal a través de estimulación eléctrica ¿Qué ventajas tiene esta técnica?

La técnica del bypass es la pregunta inicial que ya está funcionando en la clínica hay pacientes que reciben y que pueden recibir porque son buenos candidatos para recibir la cirugía y lo hacen pero hay un problema y es que el crecimiento de la regeneración del periférico es lenta se estima que en humanos el axón va a regenerar alrededor de 1 mm diario entonces si tú utilizas un nervio que está por el hombro y necesita más de 50 cm eso significa sobre 500 días en que tus nervios o tu axón logre llegar a la mano entonces estamos hablando de más de 1 año y eso es lo que se ve en clínica la recuperación de las funcionalidades después de la cirugía es de 1 a 2 años en que tú puedes ver algo de movilidad entonces toma mucho tiempo y también se ha visto que en pacientes no funciona muy bien entonces nosotros intentamos mezclar el conocimiento que se tiene de previamente con otras investigaciones que sería ¿Cómo podemos aumentar la rapidez de este crecimiento de los axones? para que la gente logre una recuperación funcional más rápida y tal vez eso permita tener mayor efectividad a la hora de recuperar función ya que se cree que al ser tan lento eso impide tener una mejor recuperación. Hay un concepto que viene de la época de los 80 o 70 que cuando tú haces un daño en el axón periférica este va a crecer otros investigadores se dieron cuenta que si tú vuelves a dañar el mismo axón va a crecer más rápido y de manera más robusta. Al primer daño se le llama condicionamiento ya que el sistema se condiciona para crecer y posteriormente estudios demostraron que al aplicar un estímulo eléctrico se puede generar este condicionamiento simulando el primer daño lo cual es muy bueno ya que evitaría tener que dañar el nervio y favorecería el tratamiento clínico, entonces tomamos estos y lo estamos aplicando a la regeneración de la movilidad de la mano.  

Tenemos un modelo animal en que implementamos una cirugía de transferencia de nervios en la pata en la que se cortan y se transfieren un nervio para hacer bypass pero una semana antes se estimula eléctricamente el axón y se ha visto que crece más rápido.   

Una de las ventajas que hemos tenido es la colaboración directa del neurocirujano que hace esta cirugía de transferencia axonal en humano que ha permitido que avancen más rápido porque nosotros vamos entregando resultados de lo obtenido en el laboratorio y el neurocirujano va a aportando ideas para que se puede aplicar en humanos.  

Ahora el siguiente paso que se está haciendo y que fueron aprobado los fondos es pasar a un modelo animal más grande que los roedores para ver si esta técnica eléctrica funciona y pueda ayudar a la gente, también otra idea es estimular eléctricamente en la rehabilitación después de la transferencia de nervio.  

“hay un paciente que se aplicó esta técnica y recupero movilidad en la mano en un tiempo de un año”

Utilizando esta técnica ¿Se podría reparar cualquier tipo de lesión al sistema nervioso central o debe cumplir con algunos requisitos? Por ejemplo si una persona lleva décadas con una lesión se podría emplear esta técnica.

El trabajo clínico siempre tiene ciertos requerimientos como la edad y también los años después de la lesión, pero hay un paciente que se aplicó esta técnica y recupero movilidad en la mano en un tiempo de un año, el llevaba cerca de 13 años con la lesión además tenía cerca de 60 años cuando se sometió al tratamiento de estimulación, esto es muy prometedor.

¿En qué etapa se encuentra su trabajo?

Ya estamos finalizando toda la etapa preclínica que son el trabajo con el modelo animal y estamos terminando de evaluar si funciona en la recuperación de la pata más rápida o no con la estimulación eléctrica después de la transferencia de nervio. Por el momento se ve una mejora con la estimulación eléctrica que podría ser un inicio para poder mejorar el sistema clínico. Además en nuestro modelo no hemos visto efectos negativos pero si un problema práctico porque por ejemplo el modelo que utilizamos los nervios son tan pequeño y el sistema periférico tienes nervios que están formados por el sistema motor que se ha conectado con los músculos que permite la movilidad y también tiene el sistema sensorial que percibe lo que sentimos sobre todo en la mano que posee muchas terminaciones nerviosas como calor,  presión, dolor, entre otros, entonces cuando nosotros estimulamos y cortamos para hacer la transferencia estamos afectando a los 2 sistemas sensorial y motor, entonces una de las cosas que nos sabemos son las complicaciones en el dolor ya que podría generar un dolor crónico a pesar que en nuestros ensayos no lo vimos es algo que debemos evaluar.

En la clínica eso no es tanto problema porque el neurocirujano lo que hace es identificar en el nervio las vías sensitivas de las motoras entonces lo que hace es cortar solo los motores y conectarlo al otros nervio que también son solo motor entonces el componente sensorial de dolor no sería afectado.

“En cada comunitat autònoma hauríem de comptar amb un equip important d’investigadors de malalties parasitàries”

Acostant-nos a la data del dia Internacional del Museu (18 de maig), entrevistem a Alberto Martínez-Ortí, director del Museu Valencià d’Història Natural, malacòleg i membre científic-investigador de Human Parasitic Disease Unit (la Unitat de Parasitologia Sanitària, centre col·laborador de l’OMS). En aquesta conversa, descriu i valora la trajectòria del museu situat a Alginet i es pronuncia sobre la seua tasca d’investigador, fent èmfasi en el camp de la parasitologia sanitària.

Martínez-Ortí mostrant a càmera un dibuix d’una xiqueta angolesa que representa les fases del cuc/paràsit fascíola. Imatge cedida pel protagonista.

Respecte al Museu Valencià d’Història Natural… Què n’opina de les funcions que pot fer un museu com aquest per a la societat? Creu que està infravalorada la seua riquesa científica i cultural?

Sí, en aquest país sí que es troba infravalorada. En altres països europeus, no. Nombroses nacions europees tenen museus semblants des de fa dos o tres segles enrere. És un mitjà que utilitzen aquestes societats per enfortir el medi ambient i la biodiversitat i lluitar contra el canvi climàtic i tots els problemes mediambientals que hi ha.

En el nostre territori, jo, personalment, em trobe molt desanimat respecte al suport de la nostra cultura museística, excloent l’artística. Aquesta sí que es troba ben valorada i mou quantitats exagerades de diners.

Des del nostre sector, intentem conservar el que tenim com a patrimoni valencià amb poques ajudes, però lluitant i donant una funció pública que la Generalitat no dona.

Com valoraria el transcórrer històric d’aquesta entitat i el suport per part de diverses institucions gobernamentals?

Pel que fa a les institucions, cal remarcar que el museu es va fundar l’any 1976. Uns anys després, en plena democràcia, el museu era una fundació que tenia un patronat, el qual estava primerament format per la Diputació i l’Ajuntament de València. Després es va afegir la Conselleria de Cultura. Aquestes tres entitats finançaven i potenciaven aquest museu per fomentar la participació dels científics valencians, ja que no existia cap museu encara de ciències naturals a València. Principalment, es disposava de la col·lecció de mol·luscos de Siro de Fez i un conjunt de coleòpters i papallones de la col·lecció Torres Sala. Aquesta fundació es va denominar Torres Sala, pel fet que aquesta família de Pego va ser la que ficà els diners, juntament amb la diputació, en la creació d’aquest museu de medi ambient.

D’aquesta forma, els recursos eren una mica públics i una altra mica, privats. Quan els senyors Torres Sala i Siro de Fez van morir, no hi havia cap persona responsable de les col·leccions. Es necessitava un conservador per a la segona col·lecció i és així com vaig entrar jo l’any 1995, després d’una estada a diferents països europeus formant-me com a malacòleg. En aquell moment, vaig demanar permís per a entrar com a conservador de la col·lecció Siro de Fez. Aquesta era una col·lecció que va donar un senyor anomenat Siro de Fez, que era metge de Camporrobles. Era una col·lecció que es va formar intercanviant mostres amb diversos malacòlegs europeus, per correu principalment… Tenia exemplars de remotes procedències com Madagascar o Austràlia.

Una vegada dins del museu, la meua feina es basava en catalogar, publicar i donar a conéixer aquesta col·lecció de mol·luscos a tota la societat.

Malauradament, el 2012, el Partit Popular unilateralment (ja que governava a l’Ajuntament, la Diputació i la Generalitat) va decidir tancar el museu i fer fora als investigadors. Des d’eixe dia, ha sigut una lluita contra les institucions i els polítics.

És cert que passats ja deu anys, algunes de les col·leccions continuen residint a València i que no s’han pogut recuperar ni traslladar?

Des que jo soc a Alginet, aquestes dues col·leccions, les de Torres Sala i Siro de Fez, estan abandonades. Són quasi onze anys, des del 30 de juny del 2012, el dia que van canviar el pany i ja no poguérem entrar al museu. Allí, es diu que hi ha una persona, que es trobava anteriorment al museu i que se «suposa» que està «conservant» la col·lecció… Està de guàrdia, perquè no es faça malbé.

Ací a Alginet arribàrem el 2013 i el museu es va inaugurar el 2015. El 2016, va ser reconegut com a museu per la Generalitat Valenciana, en una publicació al DOGV. No obstant això, les col·leccions segueixen allí.

Intentem conservar el que tenim com a patrimoni valencià amb poques ajudes, però lluitant i donant una funció pública que la Generalitat no dona.

Una de les dades que pot ser passa desapercebuda és que l’Institut Valencià de Biodiversitat, Taxonomia i Conservació Animal (i\Biotaxa) és l’encarregat de dirigir aquest museu. No és així?

Sí. Jo me’n vaig anar del museu de València amb totes les col·leccions que havien sigut donades per gent desinteressada, col·leccions d’amics meus i la meua col·lecció. Aquest grup de col·leccions no interessaven a l’Ajuntament i van poder ser transportades a Alginet.

Per poder guardar i exposar aquestes col·leccions, i per temes fiscals, m’aconsellaren crear una altra fundació, formada per quatre amics de la Universitat (professors) i jo, amb un comité de direcció, una ubicació i el nom, que vaig decidir jo. Aquest nom descriu les tasques que fem ací.

Ara mateix, disposem de millors exemplars i més diversos que a València, ja que tenim homínids, fòssils, peixos, paràsits… Mostres que allí no exposàvem. Superem un milió de peces. Una dada extraordinària.

Aquesta entitat és també l’encarregada d’editar la revista Zoolentia. Què ens pot contar de la seua recent creació?

Un museu fa tres tasques fonamentals: l’exposició del material de què disposa, perquè la gent gaudisca de la cultura científica, la formació i divulgació que es du a terme amb les visites de col·legis, instituts, associacions o grups de gent gran i l’última és la investigació, amb projectes importants com els que realitzem ací. Alguns d’ells intenten estudiar els problemes mediambientals que trobem al País Valencià. Nosaltres, estem formats en la investigació de la biodiversitat valenciana i, per tant, ens encomanen la realització d’informes sobre animals que es troben en perill d’extinció i als quals la Conselleria fa poc de cas.

És clar, tots els museus, el de Barcelona, el de Brussel·les, el de Londres… Tots són institucions amb una revista per a publicar les seues investigacions pròpies. Nosaltres, des del 2015, any que inaugurarem el museu, la major part dels nostres estudis es publicaven fora, en revistes d’altres entitats.

Ara bé, pensàvem que era valuós comptar amb una revista nostra, de zoologia, tenint com a referència un museu valencià com aquest, en la qual tots els investigadors valencians que volgueren publicar recerques sobre mostres d’espècies ibèriques, valencianes, baleàriques o fins i tot, europees o internacionals, pogueren tindre la possibilitat de compartir-les sense cap problema. És així com naix el 2021 aquesta revista, Zoolentia, una revista científica en línia, que es manté sense moltes despeses.

Fent referència a algunes investigacions en les quals vosté ha participat… Un dels seus últims articles confirma l’extinció d’un mol·lusc endèmic exclusivament valencià. De quin estem parlant i quina ha sigut la causa d’aquesta extinció?

Quan parlem d’aquesta espècie ens referim a Theodoxus Valentinus. Era una espècie preciosa, en l’àmbit europeu, de les més boniques que teníem. Tenia uns colors molt vistosos, groguencs i rogencs, amb ondulacions en la closca. Hi ha registres publicats dels viatges que feien científics alemanys del segle XIX, que venien exclusivament en diligència des del port de Barcelona a l’Alcúdia de Crespins, al riu dels Sants, a veure aquest animal.

Desgraciadament, jo no el vaig veure mai viu. A principis dels anys vuitanta, encara hi havia gent que conec de la Universitat de València, que tenia aquest caragol a sa casa en aquaris. En aquests anys va haver-hi una gran extracció d’aigua de l’ullal del riu dels Sants i varen dissecar el riu, any rere any. Finalment, aquest ullal i el riu es van quedar secs i aquesta espècie es va extingir definitivament. Mai s’ha tornat a trobar viva.

Últimament, hem portat a terme estudis perquè es pensava que aquesta espècie s’havia redescobert, pel semblant de la closca, al naixement del riu Verd, entre Alberic, Massalavés i Benimodo. Però l’anàlisi molecular recent, ha conclòs que no és la mateixa espècie.

Com es va poder realitzar l’anàlisi? Doncs es va poder efectuar gràcies al fet que nosaltres, tot i no tindre material viu del Theodoxus Valentinus, posseíem alguns caragols momificats amb la seua massa encara intacta. Molts museus internacionals disposen de la closca de l’espècie, però sols el nostre tenia la mòmia de la massa. El seu ADN es va comparar amb les mostres del riu Verd i es va demostrar que eren diferents espècies, definint les del riu Verd com Theodoxus Meridionalis, que és l’espècie més abundant del gènere Theodoxus al territori valencià i a la península Ibèrica.

Vitrina dels caracols terrestres al MVHN. Font pròpia.

A més a més, vosté com a especialista en paràsits i els seus mol·luscos vectors ha realitzat estudis d’espècies que transmeten malalties parasitàries a l’estranger.

Sí. Malalties parasitàries n’hi ha moltes, sobretot proliferen a països subdesenrotllats del tercer món que tenen pocs recursos. Al meu departament de la Universitat, formem part de l’Organització Mundial de la Salut com a grup d’experts en fascioliasis i els seus vectors, com són els mol·luscos d’aigua dolça. La fascíola és un paràsit trematode que afecta el fetge i als conductes biliars, i òbviament, és un problema greu per a la salut. Treballem per erradicar aquest tipus de malalties, siga a l’Àfrica o a Amèrica.

Entre aquestes malalties també trobem altres transmeses per mol·luscs, com l’esquistosomiasi urogenital o intestinal, que afecten també al fetge i a les artèries. Aquests paràsits viuen en la sang. Després fiquen ous, i en el cas de la urogenital arriben a la bufeta urinària i com a conseqüència, l’infectat comença a emetre sang a través de l’orina. Quan afecta el fetge, no es detecta amb facilitat i provoca que hi haja un engrossiment de la panxa, com hem vist tots en diferents fotografies de xiquets africans.

Aquest paràsit s’ha de combatre amb medicació i estudiant el vector, que transmet el paràsit a través de l’aigua. No obstant això, el problema es troba en el fet que aquests animals emeten unes cercàries, és a dir, unes fases del paràsit, que travessen i penetren la pell humana per passar a la sang, dins del nostre torrent circulatori. Sols amb ficar la mà o el peu dins l’aigua dolça, et pots infectar.

Hi ha hagut algun cas a Espanya?

Bé, les infeccions ocorren majoritàriament a Amèrica i a Àfrica, però ja hi ha hagut casos ací. El 2015, vaig identificar el caragol vector a Almeria. Hui en dia, hem tingut casos d’infecció a aquest mateix lloc, de forma autòctona, per contacte amb xicotetes piscines que s’utilitzen per regar els cultius i que s’han establert com a zones per a refrescar-se.

Des de la meua experiència, he estat diverses vegades investigant a Angola, on hi ha un alt contagi tant de fascioliasis com d’esquistosomiasis. Allí la gent no té aigua correnta a sa casa i, per tant, fa ús domèstic de l’aigua del riu. En aquest context, llastimosament, pot haver-hi contagis de poblacions senceres.

Hi ha en tots els centres mèdics (hospitals) un especialista en malalties tropicals, però no hi ha especialistes en vectors

És suficient la investigació que s’està duent a terme a nivell autonòmic i/o estatal sobre els possibles papers que tenen diversos animals com a intermediaris de malalties parasitàries?

Les institucions governamentals generalment resolen els problemes quan arriben. Sempre tracten d’acabar amb els focus de les malalties, però no hi ha previsió per tindre un equip format, com sí que tenen altres països, i que siguen capaços de controlar totes les malalties parasitàries que puguen arribar.

No hi ha tampoc molta formació. Per exemple, en el tema de la febra hemorràgica de Crimea-Congo, moltes vegades m’envien de l’hospital fotografies de diverses caparres capturades que han contagiat a xiquets que han anat a l’hospital, perquè els confirme si aquestes poden transmetre la malaltia. Tot açò ocorre perquè no hi ha molt d’interés. L’Estat no pensa que deuen haver-hi persones treballant amb això, no sabem el perquè. Per a fer estes tasques has d’emigrar a països com a França o el Regne Unit, on ho consideren fonamental per a la salut humana.

Jo crec que en cada comunitat autònoma deuríem comptar amb un equip important d’investigadors de malalties parasitàries. Perquè anem a més, més malalties provocades pel canvi climàtic i la vinguda d’espècies africanes al nostre territori, moltes de les quals no han arribat encara, però arribaran. No hi ha especialistes i cada vegada venen més persones infectades amb malalties d’altres països. Hi ha en tots els centres mèdics (hospitals) un especialista en malalties tropicals, però no hi ha especialistes dels vectors, o almenys no hi ha gent remunerada i, per tant, ha de marxar fora. És l’eterna cançó d’aquest país i els científics. No canviarà mai perquè no hi ha mentalitat científica, i no hi ha polítics científics.

Un altre estudi interrelaciona la Cova de la Barriada (Benidorm), el paleolític i els moluscos. Què ens pot contar?

Eixa investigació va ser molt interessant. Era un estudi d’arqueòlegs, però com que pel que fa a la zoologia, no eren experts, em varen demanar la meua col·laboració i vaig participar en el projecte.

Vàrem trobar, entre altres coses, els caragols que es mengen a la paella. Mostres de fa trenta mil anys i ens vàrem adonar que aquests caragols ja eren consumits pels humans que habitaven el País Valencià en aquelles dates. És la informació de consum de caragols més antiga que es coneix.

A més a més, vam descobrir que no sols els menjaven sinó que també els criaven, en forma de xicoteta ramaderia, en un recinte tancat i s’anaven consumint a poc a poc. La gent d’aquesta època sabia que els caragols eren una font d’alimentació amb molta proteïna i poc greix, i per tant els proporcionaria molta força.

També cal remarcar que s’han trobat evidències de la cuina d’aquests animals al foc, i en conseqüència, es pot imaginar, sense tindre proves certeres, que no se’ls menjaven crus.

Com definiria el seu ofici d’investigador? Quins obstacles troba al dia a dia per poder continuar lluitant per la ciència?

Doncs des del meu punt de vista, és una professió molt sacrificada. No s’obtenen ajudes per a gairebé res i quan demanes un projecte has d’omplir un muntó de papers, molta burocràcia. Tot això, estem parlant de projectes d’uns 10.000 euros que cobreixen sols els costos essencials de la investigació, no financen per a poder viure de les investigacions. Costa molts diners i molt de temps preparar i presentar els projectes, i en cas de ser denegats, és una decepció tremenda, perquè fas un esforç brutal, tant econòmic com mental, per no rebre res i et quedes sense un «duro».

En les universitats, es cobra per donar classe i les investigacions són un afegit. Però entitats com la nostra, en què la investigació té un paper fonamental per guanyar-nos un sou, necessitem més recursos. En molts casos, hem de demanar préstecs al banc per poder cobrir projectes que sols finança parcialment la Generalitat.

No obstant aquestes penúries, la vida continua, el museu continua i seguirem lluitant.

Laura Rodríguez, investigadora en Biología Química: «Aún no se conoce exactamente bajo qué mecanismo actúan ciertas enzimas, qué sustratos aceptan… E investigar sobre ello puede delinear cuál es su papel en algunas enfermedades genéticas»

El pasado 25 de abril se celebró el Día Mundial del ADN, que conmemora el descubrimiento de la estructura de doble hélice del ADN. Este año es el 70 aniversario de este hallazgo, además de cumplirse 20 años desde la finalización del Proyecto Genoma Humano. Laura Rodríguez, investigadora predoctoral en el Departamento de Biología Química de la Universidad de Mánchester, ha colaborado en la reciente publicación del artículo «Síntesis biocatalítica de enlaces amida mediada por tioésteres con reciclaje in situ de tioles»en la revista Nature Catalysis. Durante la investigación ha estudiado las histonas, proteínas a las que se asocia el ADN conformando los cromosomas.

Laura Rodríguez en el laboratorio de la Universidad de Mánchester. Imagen cedida por la entrevistada.

¿Qué relación tiene el artículo que has publicado en Nature Catalysis junto con tu grupo de investigación con el ADN y la genética?

Mi trabajo dentro de la investigación se ha centrado en la modificación de péptidos, que son moléculas constituídas por aminoácidos, al igual que las proteínas.Las histonas son proteínas que están en el núcleo de las células y en ellas se enrolla el ADN. Esto se debe a que las histonas tienen carga positiva, y el ADN, carga negativa, así que tienen afinidad. Las células modifican químicamente la histona para eliminar su carga positiva. De este modo, el ADN se desenrolla de la proteína, quedando accesible para su lectura y transcripción. Las enzimas son cruciales para los seres vivos, ya que influyen en la transcripción de la información genética, afectando a la expresión de los genes. Un fallo en este sistema puede implicar el desarrollo de enfermedades genéticas. Por eso es tan importante el estudio de las enzimas, ya que hay algunas para las que aún no se conoce exactamente bajo qué mecanismo actúan, qué sustratos aceptan… E investigar sobre esto puede delinear cuál es el papel de esas enzimas en ciertas enfermedades genéticas como puede ser el cáncer. 

En nuestra vida cotidiana usamos algunas enzimas, como por ejemplo, empleando levaduras para la fermentación del azúcar y obtener alcohol, o para conseguir que un bizcocho se hinche. ¿Cómo explicarías qué es una enzima o catalizador?

Para entender lo que es un catalizador primero hay que explicar lo que es una reacción química.

Una reacción química consiste en romper enlaces existentes entre átomos para formar nuevos enlaces. Esto no puede suceder sin un aporte de energía. A veces, sin la presencia de un catalizador, esta energía para romper y formar nuevos enlaces puede ser tan alta que la reacción ni siquiera llega a ocurrir. Añadir un catalizador facilita esa rotura y formación de enlaces, permitiendo que la reacción tenga lugar o simplemente haciendo que ocurra más rápido.

Hay dos tipos de catalizadores: están los catalizadores químicos, como los metales de transición, y también existen los catalizadores que emplea la naturaleza, conocidos como enzimas. Las enzimas son proteínas que usan las células para llevar a cabo las reacciones que ocurren en su interior. Los sustratos entran dentro de la enzima, la cual facilita la reacción química, interviniendo en la rotura de los enlaces para formar otros nuevos.

Aunque la naturaleza ha “fabricado” las enzimas para que funcionen con un sustrato determinado, estas tienden a ser promiscuas, pudiendo llevar a cabo muchas más reacciones químicas de las que se solía creer.

El uso de metales de transición como catalizadores resulta contaminante, mientras que las enzimas son biodegradables y no requieren emplear disolventes tan dañinos para el medio ambiente

¿Qué beneficios podría tener esa “promiscuidad” de las enzimas?

Se está empezando a considerar el uso de enzimas en ámbitos donde anteriormente no se incluían tanto, por ejemplo, en la industria farmacéutica. Es un concepto relativamente nuevo que se denomina biocatálisis. 

En la industria farmacéutica, los catalizadores que se suelen usar son de tipo químico, como es el caso de los metales de transición. Estos se emplean en grandes cantidades y resultan bastante contaminantes. Sin embargo, las enzimas se producen mediante cultivos celulares, lo que se considera energía renovable, y son biodegradables, al contrario que los metales de transición. Además, las condiciones en las que suceden las reacciones mediadas por enzimas son más “suaves”, sin necesidad de un aporte energético tan alto, y pueden llevarse a cabo en agua en vez de disolventes orgánicos más contaminantes. Por otra parte, usar metales de transición durante la preparación de productos farmacéuticos no resulta demasiado conveniente, ya que posteriormente hay que realizar una purificación mucho más exhaustiva para eliminarlos del producto final y evitar que lleguen al paciente. 

Actualmente, tanto mi laboratorio como muchos otros, se centran en el estudio de las enzimas. Cada año se descubren nuevas reacciones que pueden ser catalizadas por estas proteínas y que resultan de gran interés para la industria farmacéutica. Uno de los enlaces más interesantes para la industria es el enlace amida, fundamental en la síntesis de medicamentos. Se ha investigado mucho acerca de este enlace, ya que no es fácil de conseguir: las síntesis químicas son muy largas y costosas económicamente. En nuestro estudio hemos descubierto una forma de simplificar este proceso empleando enzimas. 

He visto que gran parte del artículo está ocupado únicamente por figuras. En química, ¿una imagen vale más que mil palabras?

Sin lugar a duda. Las figuras son a lo que más tiempo le hemos dedicado, necesitábamos que fuesen claras y que estuviesen impecables. Cuando abres un paper, tus ojos van directamente a las figuras. Por eso, es muy importante reflejar en ellas el tema del que trata el artículo y cuáles fueron los resultados. De ese modo, el lector decidirá si el paper le resulta de interés o no, y eso influirá en si se queda leyéndolo. De hecho, las figuras son lo primero que elaboramos del artículo, y alrededor de ellas escribimos el texto. Las figuras cuentan la historia; el texto la acompaña.

¿Cómo fue el proceso de investigación y qué implica publicar en una revista como Nature

La investigación se llevó a cabo en colaboración con Astrazeneca. Empezamos a investigar sobre marzo de 2021, yo me incorporé en junio. Comenzamos a redactar el artículo en diciembre de ese año. En primer lugar, todo debe tener la aprobación de los investigadores principales, y luego, Astrazeneca revisa el trabajo, ya que puede haber conflicto de intereses. Por ejemplo, podrían querer reservarse parte de la investigación para hacer patentes en vez de publicarla en el artículo. Cuando todo estaba listo, lo enviamos a la revista para publicarlo. Los editores lo revisaron y nos mandaron sus correcciones. Preparamos nuevos experimentos, hicimos los cambios pertinentes y remitimos el texto corregido. Los editores estudian los cambios y vuelven a hacer nuevas correcciones. Este proceso se repitió varias veces. En resumen, enviamos el artículo en mayo de 2022, y se publicó el 28 de diciembre de ese año. Es un camino muy largo, he escuchado casos de personas que han esperado un año entero desde que enviaron su artículo a Nature hasta que este es aceptado. Se tarda mucho en publicar en esta revista porque es una de las más rigurosas, tienen que asegurarse de que los datos no están “fabricados” para mantener su prestigio. ¡Incluso pensé que no se iba a publicar tras tanto esperar!

“El ámbito académico deja bastante espacio para ser creativo y original en la investigación”

Hablando de largos tiempos de espera… En la metodología del artículo se describen ciertos procesos de laboratorio, como la incubación, que tardan en completarse hasta 24 horas y que se repiten con bastante frecuencia. ¿Qué hacéis en “los ratos muertos”?

Para evitar perder tiempo ponemos las reacciones a última hora y las dejamos preparándose durante la noche para que todo esté listo el día siguiente. Aún así, a veces sí que tenemos ratos muertos. Los empleamos para hacer otras tareas como estudiar y analizar los datos obtenidos hasta el momento, escribir o, muy de vez en cuando, hacemos crucigramas. Lo normal es que nos organicemos bien para seguir trabajando, pero a veces también aprovechamos para hablar entre nosotros. 

En un trabajo tan técnico como el tuyo, ¿hay espacio para la originalidad y la creatividad?

Yo diría que sí. Dentro del mundo de la ciencia, considero que el ámbito académico deja bastante espacio para ser creativo y original en comparación con la industria farmacéutica. Hay menos presión para conseguir ciertas metas y para enfocar la investigación “a tu manera”. Puedes estudiar las cosas que te gustan en vez de centrarse únicamente en lo que se supone que va a generar beneficios para la empresa. Esa es una gran diferencia entre el trabajo académico y el industrial.

En el artículo habláis de reacciones “one-pot”, término que también se utiliza en cocina y que implica que todos los ingredientes se cocinan y se mezclan en una misma olla. ¿Es el mismo concepto para la química?

Las reacciones químicas, normalmente, se hacen paso a paso. A partir de unos reactivos se obtienen productos que, a su vez, se pueden emplear como reactivos para comenzar otras reacciones químicas. Las reacciones se pueden encadenar sucesivamente hasta que consideres alguno de los productos obtenidos como el producto final o definitivo. En las reacciones “one-pot” se mezclan a la vez todos los reactivos, sustratos, catalizadores… y se obtiene el producto final en un solo paso. De este modo, no tienes que preocuparte de hacer varias reacciones, ahorrando tiempo.

En cocina, puedes ir añadiendo ingredientes uno tras otro hasta conseguir tu producto final, que es el plato que deseas preparar; igual que en química, donde añades reactivos sucesivamente hasta que consigues tu producto. Dependiendo del plato también puedes añadir todo a la vez en una olla, es decir, “one-pot”.

Tras hablar de tanta cocina, ¿tú dirías que los químicos tienden a ser buenos cocineros?

Hay varias similitudes entre preparar reacciones y cocinar platos. Obviamente, cuando haces reacciones tienes que ser mucho más exacto con las medidas. Si estás acostumbrado a ser preciso para la química, también lo serás para la cocina. Otro punto en común es que, en la química se sigue un protocolo: “añade este volumen de reactivo en el disolvente y espera tanto tiempo…” y en la cocina se sigue una receta, y vas añadiendo los mililitros y gramos de los ingredientes que se indiquen en ella. Entonces creo que sí, es posible que a muchos químicos se les dé bien la cocina. 

Fernando Valladares, profesor investigador del CSIC: “Hay que luchar por la media tierra que nos queda, por la cuenta que nos trae”

El director del grupo de Ecología y Cambio Global del Museo de Ciencias Naturales es autor de más de 300 trabajos científicos donde pone en evidencia las implicaciones que la degradación medioambiental y el cambio climático tienen sobre la salud humana.  Además, forma parte activa del movimiento Rebelión Científica, colectivo que recientemente ha llevado a cabo actos de protesta frente a las puertas del Parlamento para denunciar la inacción política frente a la crisis climática y ecológica

Son múltiples las evidencias científicas que están relacionando el cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la degradación medioambiental con la pérdida de salud Humana y  global ¿Le parece a usted que estos hechos están suficientemente llevados al debate público y político? ¿La ciudadanía es consciente de que salud y medio ambiente es un todo interrelacionado?

Lamentablemente, la pregunta es casi retórica porque la respuesta es no. La gente no establece estas relaciones. Prueba de ello es que cuando he tenido ocasión de hablar con el mundo de la sanidad o el mundo de la política, he podido comprobar que no establecen ninguna de esas relaciones. En una sesión de consulta, por ejemplo, pude presentar a la Ministra de Sanidad y a varios diputados el programa One Health, que viene a ser una visión de la salud integrada en un contexto ambiental y se notaba que no tenían los conceptos muy claros. 

Pongo los ejemplos del sector sanitario y político como los sectores más emblemáticos y teóricamente informados, pero dentro de la ciudadanía en general la desconexión es aún mayor, salvo en casos muy concretos como pueden ser personas que tienen una sensibilidad ambiental especial o debido a su propia experiencia personal. 

Mencionaba el mundo de la sanidad, ¿Cree usted entonces que todavía falta conocimiento dentro de las profesiones sanitarias de las implicaciones del cambio climático sobre la salud? ¿Debería el sector sanitario implicarse más en la lucha contra el cambio climático?

Efectivamente, en el sector de la sanidad pasa un poco lo mismo. Todavía me sigue resultando extraño cuando yo, como ecólogo, acudo a reuniones y le cuento a los médicos cuáles son los motivos por los que se está muriendo la gente. En muchos casos, todavía no son conscientes de todos los factores de riesgo y no los barajan. Están inmersos en el ejercicio de su especialidad médica y no realizan esas conexiones entre medio ambiente y salud. Afortunadamente, existe ya, eso sí, un pequeño colectivo de médicos que empiezan a ver la importancia del medio ambiente y que  van entendiendo que un 80% de los cánceres infantiles tienen un origen ambiental o que el consumo de pastillas para la ansiedad o la tensión se puede reducir simplemente prescribiendo paseos por el campo, un jardín o la montaña.

Pero con la pandemia del COVID-19 deberían haber cambiado las cosas… Empieza a estar bien demostrada la interrelación entre la pérdida de biodiversidad y la aparición de nuevas infecciones emergentes. En ese sentido, ¿Le parece que todas las teorías conspiratorias sobre los orígenes de la COVID-19, como que fue generado en China por un laboratorio, ofrecen un marco de “negacionismo climático” eficaz? ¿Son intencionales esas teorías?

Sí, efectivamente. Hay una parte de negligencia, de cachondeo, de falta de seriedad, pero hay una parte que es claramente intencional. Recientemente, el FBI ha emitido un comunicado en el cual volvía a revisar la hipótesis de que el virus saliera de un laboratorio en China. Pienso que esto no es más que una estrategia geopolítica por parte de Estados Unidos para justificar su separación con China y criminalizarla. Es evidente que son teorías que se utilizan con fines geopolíticos. Algunas conspiranoias están basadas en este tipo de estrategias y otras son simplemente personas que, a través de redes sociales como Twitter, introducen  incertidumbres y dudas sobre cómo se originan estas pandemias. Estos planteamientos pueden ser problemáticos, igual que todas las teorías retardistas, negacionistas u obstruccionistas en materia climática. Creo que en estas conspiraciones hay varias motivaciones. Algunas son estrategias de instituciones o países, pero hay otras que son una mezcla de ignorancia y frivolidad con un poco de ideología populista de derechas. Todo esto constituye un cóctel que aleja el conocimiento científico y acrecienta las incertidumbres. Aunque lo que pasó con la COVID-19 no está bien descifrado paso a paso, más del 90% de la evidencia científica encaja con la hipótesis del salto del virus de un animal al ser humano a través de una serie de intermediarios. Esto ya sucedió con muchas otras zoonosis y en el futuro volverá a ocurrir con tantas otras que están por venir.

«Estamos viendo los fallos orgánicos de nuestro sistema administrativo»

Fernando valladares

Pero detrás de estos fenómenos, tal y como usted  evidencia en sus investigaciones, se encuentran de fondo las implicaciones del modelo socioeconómico actual sobre el clima y la salud. Abordar estos problemas y encontrar soluciones va a requerir el diálogo  entre distintas disciplinas científicas y numerosos agentes sociales y políticos. ¿Cree usted que la falta de interdisciplinaridad y de comunicación entre profesionales sigue siendo un problema o estamos en camino de resolverlo?

Bueno, se dan algunos avances pero no son avances muy globales. Hay un interés como podemos ver con la puesta en marcha de iniciativas como la de One Health que mencionaba antes. Esto indica que hay cierta sensibilidad por hacer cosas interdisciplinares y transversales, pero aún así, nuestra mentalidad y el sistema en el que nos organizamos es muy de transferir y especializarse. Lo vemos con la propia medicina. Muchos médicos entienden sobre aspectos muy concretos de la salud humana y los médicos de atención primaria que podrían representar una visión más generalista de la medicina están mal pagados, muy maltratados y prácticamente en vías de extinción. Valoramos mucho al especialista pero no valoramos a los profesionales que integran los distintos conocimientos entre las distintas disciplinas. Es necesario establecer vínculos entre un veterinario, un ecólogo, un sociólogo, un psicólogo, un antropólogo… Todos ellos deberían estar implicados en la búsqueda de soluciones. En el Comité de Expertos que asesoró durante la pandemia me faltaban sociólogos, filósofos y humanistas y ante todo la pandemia era un problema humano. Hay que reconocer esas carencias.

Lo vemos también a nivel político con las competencias de los ministerios. El tema de One Health, con una visión de la salud más integrada, abarcaría competencias de varios ministerios más allá de Sanidad, incluyendo Agricultura, Transición Ecológica o incluso Interior y, por desgracia, no los vemos integrarse. En España, como en otros países, los ministerios funcionan con un presupuesto y unas competencias y salirse de ahí requeriría romper con muchas inercias. Además, las distintas competencias a nivel local, autonómico y nacional añaden todavía más obstáculos a esta gestión integrada e interconectada del problema. Estamos viendo los fallos orgánicos de nuestro sistema administrativo.

Mencionaba el concepto de One Health. Además,  han surgido otros términos como el de salud planetaria. Parece que la salud pública como disciplina se nos va quedando corta. Pero en el ámbito de estos nuevos planteamientos  que tienen en cuenta los determinantes sociales de la salud y la justicia ecosocial como eje central, ¿Corremos el riesgo de seguir adoptando posturas etnocéntricas y colonialistas? ¿Estamos una vez más imponiendo desde el Norte Global nuestra visión y nuestras soluciones al Sur Global? ¿Estamos de nuevo repitiendo errores del pasado?

Sí, hay muchos de esos problemas, por eso siempre acabo yendo al origen del asunto que es el sistema socio-económico imperante y las grandes diferencias y desigualdades, tanto dentro de un país como entre el Sur Global y el Norte Global. Esas grandes desigualdades suponen no sólo un conflicto ético, sino que constituyen también un conflicto funcional para resolver los problemas, tanto de salud como económicos y ambientales. Hay unas tremendas conexiones entre las salud y la conservación de la naturaleza que al final se explican por un sistema socio-económico que es defectuoso y que no se pensó teniendo en cuenta esta problemática y que tampoco se ha ido revisando conforme pasa el tiempo y avanza el conocimiento científico de los impactos de este modelo.  Los científicos ya nos están indicando hacia dónde nos lleva el presente escenario. Ahora  hay mucha gente que no está bien ni psicológica, ni física ni económicamente. Los problemas de salud mental están aumentando porque vivimos en una sociedad que no hace feliz a la gente. Todo esto acaba reventando, no sólo en conflictos bélicos o golpes de Estado, sino también en la satisfacción y en el sentir físico y emocional de las personas.

El modelo actual no es algo inamovible. Es algo que hemos construido y la buena noticia es que podemos cambiarlo. Es un cambio difícil que implica entender las distintas interacciones e inercias y de una voluntad política y social.

«El modelo actual no es algo inamovible. Es algo que hemos construido y la buena noticia es que podemos cambiarlo»

fernando valladares

Usted se ha implicado en el cambio y ha participado activamente en  movimientos sociales como Rebelión Científica vinculados a organizaciones como Extinction Rebellion. Desde su punto de vista, ¿Ciencia y activismo son compatibles? ¿Qué tiene usted que decirles a aquellos que defienden la supuesta objetividad de la ciencia y del científico como un valor supremo?

Esta decisión es un poco personal. Entiendo las razones a favor y en contra pero también pienso que las personas que trabajamos en temas relacionados con la degradación medioambiental y con las amenazas a la sociedad tenemos un plus de responsabilidad. Esto no significa que todos los que trabajemos en esto tengamos que ser muy activistas. Hay distintos grados. El activismo puede ser simplemente el deseo o la inquietud por mejorar las condiciones en las que vivimos, ya sean ambientales, sociales o políticas. En ese sentido, el activismo puede abarcar desde mantener una discusión activa con tu cuñado en Nochebuena hasta que estés dispuesto a que te encarcelen por un acto de desobediencia no violenta. Creo que todos tenemos que tener un punto de activismo. Como se canaliza desde lo personal y profesional lo decide cada uno. Yo no soy nadie para decirle a cada uno lo que tiene que hacer, pero sí que pienso que hacen falta más científicos que apuesten por la importancia de un cambio social urgente. Sería bueno que hubiera una mayor implicación  por parte de la sociedad académica y científica. Pensar que por defecto la opción de un científico es quedarse en el laboratorio me parece errónea y la propia academia debería ser en eso bastante más proactiva.

En los últimos años, las reivindicaciones medioambientales han llegado a espacios tan sacralizados como el arte, ¿qué opinión le merece ese tipo de protestas? ¿Cree usted necesario llevar la reivindicación a otros espacios tan aparentemente intocables como la moda, las rebajas, el turismo o la publicidad?

Yo no estoy muy seguro de que sea la mejor medida pegarte a un cuadro pero tampoco la descarto. Si lo que vas buscando es ser noticia y llamar la atención, tienes que ir cambiando, no puedes seguir haciendo lo mismo. Creo que en un mundo en cambio y que afronta grandes desafíos hay que actuar diferente y, en ese sentido,  entiendo esos movimientos que pueden dificultar la vida a la ciudadanía de a pié. Hemos aprendido a que las manifestaciones sean todas muy civilizadas pero así se desvirtualizan un poco. Una manifestación tiene que ser algo incómodo y la sociedad se tiene que sentir molestada y, por tanto, interpelada y provocar una cierta reflexión.

Encadenarse a un cuadro llama la atención de una forma sorprendentemente gráfica. Mary Richardson hace ya más de un siglo asestó 14 puñaladas al cuadro “La Venus en el Espejo” y gracias a su actuación y a la de otras sufragistas, hoy por hoy, la mitad de la población puede votar.

«el activismo puede abarcar desde mantener una discusión activa con tu cuñado en Nochebuena hasta que estés dispuesto a que te encarcelen por un acto de desobediencia no violenta»

fernando valladares

Pero a pesar de las protestas, la sociedad no parece reaccionar y la acción política es insuficiente y llega tarde ¿Qué cree que está fallando a nivel de comunicación científica?

Bueno, ahí yo creo que hay una combinación de pequeños fallos. No creo que sea un gran fallo y no solo es exclusivamente un problema de comunicación. Por supuesto que hace falta más y mejor comunicación. Hay que afinar los mensajes para distintas audiencias, no es lo mismo lo que le dices a un niño de 8 años que a un jubilado o que a un CEO de una empresa.

No basta, por ejemplo, con que las administraciones hagan una campaña de concienciación  genérica porque, de esta forma, le llega a todos y a nadie. Pero, como digo, no es solo un fallo en comunicación. Es también una suma de fallos psicológicos, sociales y de valores.

Ninguno de ellos es de por sí insalvable, pero todos en conjunto hacen que la ciudadanía se mueva muy poco, especialmente en países como España que tiene tradicionalmente poca confianza en los movimientos sociales y que tienen una visión muy derrotista.

Hay otros países, otras regiones del mundo que sí confían más en las asambleas ciudadanas y  en los movimientos populares. Ahí podemos encontrar otra pieza de cosas que están fallando.

Pero más allá de los movimientos sociales, también hay una responsabilidad política. ¿Por qué no acaba de entrar con fuerza la inclusión de la problemática climática en la agenda política y en las campañas electorales?

Tanto los partidos de izquierda a derechas tienen que entender que determinadas cosas son buenas para la población y  aunque esas medidas no proporcionen réditos políticos o al contrario, te quiten algunos votos o algunos apoyos debido a  no se entiendan por parte de la ciudadanía, hay que llevarlas a cabo igualmente.

Además, los políticos no son muy honestos en sus programas electorales que no incluyen conceptos importantes. Y, de todas maneras, en muchos casos, aunque aparezcan luego no cumplen con sus promesas. 

Pero por supuesto, la clase política no viene de Marte, son un producto de la sociedad. Nosotros mismos nos estamos poniendo constantemente zancadillas, desde negar la realidad, al tecno-optimismo, el egoísmo, el green washing… Actualmente la ciencia nos proporciona mucha información pero hay que identificar dónde están esas zancadillas que hacen que esa información no funcione.

Y ante este panorama, en general ¿es usted optimista o pesimista con respecto al futuro?  ¿Se producirán las transformaciones necesarias a nivel global o ya llegamos tarde?

Yo por naturaleza tiendo a ser optimista, lo que pasa que como científico tengo que armarme de razones. Voy buscando a contracorriente razones para ver esa positividad que muchas veces no vemos porque nuestro propio cerebro está diseñado, igual que los medios de comunicación, para las malas noticias.

Creo que hay que poner un poco más de peso en las buenas noticias, precisamente para no dar la batalla por perdida. Muchas veces los pesimistas llevan al bloqueo, a ansiedades y a situaciones emocionales complicadas. Cuando te cargas de información negativa es muy difícil gestionarlo emocionalmente. Junto a mis estudiantes, intento desarrollar herramientas precisamente para no caer en el bloqueo y el desánimo. Pero claro, no podemos olvidar el hecho de que conforme pasa el tiempo y la inacción va dominando, estamos a menos tiempo para hacer determinadas cosas. 

Ya hay cosas que hace 20 años podíamos haber hecho y que lamentablemente ya no podemos hacer. Hay medidas que ya no van a tener el mismo efecto que si las hubiéramos aplicado hace tiempo. Hay procesos como la extinción de especies que son irreversibles pero eso no significa que esté todo perdido. Hay que luchar por la media tierra que nos queda y hay que hacerlo por la cuenta que nos trae. Ya no sólo por razones éticas o por el planeta que dejemos a nuestros hijos, sino sobre todo por estar mejor nosotros mismos el tiempo que estemos aquí.