Un experimento de la UMH apunta a que los robots ayudan a mejorar la rehabilitación de personas con daños cerebrales

Cuatro de cada cinco pacientes con ictus abandonan la terapia sin recuperar completamente la movilidad de sus extremidades superiores

El experimento se basa en un juego de realidad virtual ligado a un brazo robótico/UMH TV

El equipo de Neuroingeniería Biomédica de la UMH ha realizado una sesión de terapia de rehabilitación robótica con un paciente con ictus y el resultado ha sido exitoso: un 67,57% de acierto en la prueba. El experimento consiste en un juego de realidad virtual que ayuda al movimiento de las extremidades superiores del paciente con la ayuda de un robot. El objetivo es mejorar los resultados de las terapias actuales, ya que el total de pacientes que alcanzan una recuperación funcional completa no supera el 20 %.

El experimento se ha efectuado con un solo paciente, que, mediante el uso de un brazo robótico, debe desplazar una pelota a un punto indicado de la manera más recta posible, como en el billar. La novedad principal de este mecanismo es la evaluación del estado emocional del paciente para aumentar o disminuir la dificultad del juego. Así, si el sujeto se encuentra estresado, el programa informático reduce automáticamente la distancia con respecto a la pelota.

La rehabilitación robótica pretende ser un complemento de la terapia/UMH TV

Las personas mayores de 65 años son particularmente propensas a sufrir algún tipo de accidente cerebrovascular. Según la OMS, este grupo de edad aumentará en un 73% en los países industrializados los próximos años. En concreto, los mayores de 55 años cada vez tienen más posibilidades de sufrir este tipo de daños, ya que la cantidad de personas con ictus se duplica cada década, según indican los investigadores de la UMH.

El accidente cerebrovascular, ya sea causado por un ictus o por un golpe en la cabeza, es una de las causas principales del deterioro de la movilidad del brazo. De hecho, es el motivo de la mayoría de incapacidades permanentes en los países industrializados. Esta realidad afecta a la autonomía e independencia del paciente, así como a su capacidad de relacionarse con el entorno y realizar tareas de la vida cotidiana. Con el resultado del experimento se espera que la rehabilitación robótica complemente las terapias para aumentar el número de personas que alcancen la recuperación completa.

Dámaso Mondéjar/Judith Maldonado